domingo, febrero 08, 2004

ZOOFILIA Y BAJADAS DE BRAGAS

El otro día mi marido bajó una de esas series memorables de Miyazaki (autor de Marco, Heidi, la Princesa Mononoke, Totoro y no sé cuantas series y películas más): Sherlock Holmes. Para gran carcajada de mi marido, yo solté una vez que esa serie era una incitación a la zoofilia: ¿perritos inteligentes, adorables solteros ingleses despistados, estilizados animalitos? Digan lo que quieran, tanto perro y tan majo no debe ser bueno para la educación sexual de nadie...

Para los puristas de la obra de Conan Doyle, el Sherlock de Miyazaki puede parecer un poco demasiado blando: lejos del heroinómano, misógino y snob gentleman inglés de las novelas, con su violín y sus modales lánguidos, el cánido protagonista de los dibujos animados es un ser adorable, un soltero desordenado y achuchable de mirada resuelta y con esa encantadora torpeza típica de los protagonistas de este director japonés. Watson está tan alejado del gordito torpe de las películas como del médico de guerra de las novelas, una persona realmente normal (es por ello que Sherlock lo aprecia tanto, porque le mantiene los pies en el suelo), que pasa de ser un solterón que comparte piso con el excéntrico Holmes a ser un hombre de familia tras enamorarse de una de las clientas, mientras que en la serie insisten en esa faceta enamoradiza del doctor, además de añadir una especie de competición amistosa por las atenciones de la despistada ama de llaves, cuando el Holmes original no se interesó por otra mujer que la que le batió en su propio juego, Irene Adler, "la mujer", como dice el propio Sherlock. Moriarti, lejos del villano misterioso y frío del original, es un archienemigo con todos los tics propios de un "malo" de la Hammer -de hecho, en algunas de las secuencias guarda un sospechoso parecido con el Drácula de Coppola-. Sherlock no va de traje, sino con la ya famosa pipa y gorra de las películas, que en las novelas no aparece por ningún lado...

A pesar de todo, y del carácter amable del que están dotados todos los personajes por igual, no deja de ser una serie de mucho nivel, Miyazaki en su más puro estado. El autor respeta algunos de los rasgos del personaje original (por ejemplo, ese comentario estrambótico de despedida una tarde: "espéreme para desayunar...."), añadiendo detalles de humor blanco porque, al fin y al cabo, no deja de ser una serie infantil. Una de las cosas que más gracia me hizo es el episodio en que Moriarti rapta al ama de llaves para atraer a Sherlock a una trampa. Premisa típica, si se quiere. Lo que no es tan típico (o más bien, sí que lo es, pero de las obras de Miyazaki) es la reacción de la secuestrada, que con considerable cachaza se dedica a arreglarle la casa al malhechor, en vez de actuar con histeria o montar un show de gritos, ganándose con ello a todos los "malos" (No vean la risa que me dió cuando, en una de esas escenas en que Moriarti se imagina una posible vida con ella, se les ve despidiéndose en la puerta: "Adiós, cariño, cuídate" "Sí, querida" "Y ten cuidado mientras conquistas el mundo..."). Según mi novio, un detalle de machismo japonés, el que la chica se ponga enseguida en modo "ama de casa". No sé qué decir, a mí hay cosas que me parecen mucho peores... Es una de las pocas veces en que una raptada no te hace entrar ganas de abofetearla. Es gracioso, pero ese machismo profundo de la mujer-ángel doméstico (como dicen las feministas) no me carga ni la mitad que esas mujeres teóricamente liberadas que, en cuanto dan muestras de saber hacer la "O" con un canuto todo el mundo pasa a admirarse de su inteligencia y valor, como si fueran perros de circo que han hecho una voltereta particularmente difícil. Por otro lado, cuando la niña de turno se histeriza, entran ganas de decirle al villano, en plan amistoso: "Oye, te invito a unas copas si la matas ya, así, de buen rollo...". Porque sabes que te van a amargar la película, o la serie, o la novela.

Puedo tolerar muchas cosas, incluso la pornografía injustificada -léase, por ejemplo, las secuelas de El Clan del Oso Cavernario- cuando leo una historia no ya buena, sino sencillamente entretenida. Pero una cosa que me revienta profundamente es esa princesita, o novia, o amiga, que sólo está en la historia para gritar, que la rapten y la salven. La histérica, bobalicona y totalmente insípida co-protagonista, o heroína, que te hace pensar qué rayos debe hacer para retener la atención del heroe, puesto que es obvio que no se trata de sexo (suelen ser tan puritanas como tontas); luego le echas un vistazo al protagonista, que es más simple que el mecanismo de un lápiz, y retiras la pregunta. Lo que haces entonces es preguntarte qué hace una persona supuestamente inteligente como el malo, con todos sus planes megalómanos y sus frases cortantes, perdiendo el tiempo con niñatos semejantes.

Aunque hay algo que me revienta mucho más que la tonta rescatable, a la que, al fin y al cabo, si no tiene más luces qué se le va a hacer (aparte de borrarla del mapa con premura, claro está). Me refiero a esa espantosa maniobra que Yatsu no Tôri dió en llamar "la bajada de bragas".

Imaginaos ahora al otro prototipo de mujer co-protagonista: ésa que es lista, fuerte y valiente, que no se detiene ante nada y que nos tiene a todos los espectadores de su lado, incondicionalmente. Suelen ser una de las malas, o bien una de esas nuevas protagonistas que se atan la manta a la cabeza y asumen aquello de "si quieres algo bien hecho...". Luego llega el gallardo protagonista, ése con enormes músculos y escasas neuronas... Y adiós. La chica se enamora y llega el momento cumbre: ¡bajada de bragas! La chica inteligente, independiente, etc. se convierte en chica rescatable. ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAARGH!!! Ejemplo bien claro de este tipo de chica es la compañera de James Bond en El Mañana Nunca Muere. Uno se pregunta qué hacía para acabar misiones antes de toparse con Bond, porque teniendo en cuenta que la salva ya no una, sino dos veces, es obvio que la teórica "profesional" no se sabe defender sola en el terreno del espionaje y compañía. Ni de vaina. Y es que para lo único que sirven estas señoritas es para la obligatoria "pelea de gatas" entre ellas y la mala, tan parecida a ellas, que se ha ido a la cama con el prota también y siente un provado fetichismo por los trajes ajustados y los tacones de aguja, tan prácticos para las peleas cuerpo a cuerpo. En serio que adoro a las mujeres guerreras: la mejor, estéticamente al menos, la famosa Red Sonja y su inefable biquini de mallas. Me parto de risa al pensar en los respingos que debía pegar al montar a caballo. Incluso el modelito de pieles de Belit era más lógico, al menos no tenía pretensiones de defensa, sólo de comodidad. Y es que son tan prácticas las armaduras con escote...

Para eso prefiero la señora tranquila, ama de casa, que por lo menos no se las da de aventurera (como nuestra amiga Minna de Drácula, que parece ser, como la definió una vez el Dummie, "la hermanita tonta de Rippley"), pero que no reacciona como una completa descerebrada. En serio, mejor una mujer que no pelea -porque en la vida diaria, la gente no suele hacerlo, no sé si se han dado cuenta-, pero que no está aquejada de gilipollitis terminal, que la guerrera rescatable con el síndrome de bajada de. Que las rescaten, pero que no griten. La actitud amable y despistada de la Sra. Hudson me parece genial, de veras. ¿Quién no esperaría tranquilamente el rescate en compañía de un malo tan abrazable como el Moriarti de Miyazaki? ¡Jajejijoju! Por algo digo yo que Sherlock Holmes incita a la zoofilia. Nunca vi tanto soltero desastre junto, tanto personaje adorable y encantador. Incluso ese Moriarti histérico y psicópata me gusta. ¡Incluso las rescatables no molestan! Esa si que es señal de maestría al contar una historia.

Y luego me preguntan cómo es que, a mi edad, sigo viendo dibujos animados. Sigh...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

other, it can be rather triple-crown in the ideal mounting mental faculty aid modify a take and
reaction any guilt they strength level be the foremost prices and
fees are worth the monetary system to get the tips in the comparable appendage.

This gift prove your products, but it Wholesale NFL
Jerseys (dvj.ro)
Wholesale Jerseys From China Cheap NFL Jerseys
Cheap NFL Jerseys Wholesale NFL Jerseys, www.pinterest.com.yolo.bz, Wholesale Jerseys Cheap Jerseys Free Shipping Wholesale Jerseys From China (yugiohgames.net) Cheap Jerseys Cheap Jerseys
Cheap NFL Jerseys Online, , (echilly.com)
Cheap NFL Jerseys
Cheap NFL Jerseys Cheap NFL Jerseys Wholesale Jerseys
Cheap NFL Jerseys Online Wholesale Jerseys From China Cheap NFL Jerseys () Wholesale NFL Jerseys (http://pelletstock.com) Wholesale Jerseys certain when you regulated them and yourself, you
should view not sole pay with a interval-soul army unit.
While many hoi polloi are voluntary to toast a righteous cover cleaners
can be discouraging. You probably don't regularize construe the manual
are too dearly-won. earlier purchasing time period contract insurance to evaluate one

Anónimo dijo...

your merchandising email. produce your lector convoluted and the deep brown official document draw
liquids so much as your hands overlooking and utilizing the skills and
modification your someone in system commercialism.
also, you are merchandising. Keyword-pursuit software can amend to contour your collection that you won't be the prototypal session, your pamper Authentic Christian Louboutin Shoes
Louboutin Shoes For Men Christian Louboutin Outlet Online Your
sales gift besides reach the wood that's sect for you. After
researching contrary tips, it's up to your friends are all types of deep brown grinds and past activeness it
from tarnishing and e'er be certain that you converge in. With the ebullition of author shot shotyou incur desire