jueves, septiembre 23, 2010

Imagen de familia


Ya sabéis que me gusta mucho mi kitsune. Es bonita de dibujar y esas cosas, y aparte... lo reconozco, los zorritos siempre me han enamorado. Me gustan esas patitas negras y el pelaje vistoso.

Ahora ya tiene familia. Si es que adoptas a un niño, lo crías, crece y mira en qué jaleos te acaba metiendo. Eso de ser inmortal tiene algunas... ¿desventajas? :P

El dibujo no tiene unos acabados perfectos, pero francamente me daba palo retocarlo en exceso y que perdiese ese aire ingenuo de recortable. Me gusta el arte naïve. Y los papeles de regalo. Sipes, me gustan mucho los papeles de regalo con estampados bonitos. ¿Se nota?

martes, septiembre 21, 2010

Antojos a medianoche

Que no cunda la alarma: no estoy embarazada. Pese al título equívoco.

Aclarado esto, cuento una pequeña anécdota: iba yo con mi antojo de Nesquik (es la única de esas bebidas chocolatadas que mi marido puede tomar por tema intolerancia al gluten...), pensando felizmente en dos bricks de leche de soja (por mi intolerancia a la lactosa... en casa somos muy intolerantes, sipes), cuando al abrir la puerta de la nevera me he encontrado la siguiente visión:


Al parecer, a mi marido también le apetecía un Nesquik fresquito, ¿ve usted...?

sábado, septiembre 04, 2010

EL REY TIGRE


... Y se reunieron todos, grandes y pequeños, viejos y jóvenes, fuertes y débiles. Los terribles Rakshasa y los nobles Khan. Los corruptos y los ascetas, los demonios y los sabios. Y se inclinaron ante su Rey.

-Mi señor, habladnos -dijo un Rakshasa.

Y el Rey los contempló y no dijo nada.

-Mi señor, oh noble entre los nobles -dijo un Khan-, debéis hablar y nosotros obedeceremos.

Y largo rato esperaron mientras su Rey les miraba, unos y otros, malos y buenos, benditos y malditos.

-Mi señor... esperamos vuestras palabras -insistieron los líderes de cada bando.

Y el Rey se quitó su máscara descubriendo un rostro horrible; y se despojó de sus joyas y sedas quedando desnudo; y en la peña fría sobre la que apoyaba sus augustos pies se sentó, cerró los ojos y meditó sobre la grandeza del Universo y la diversidad de sus aspectos.

Y todos quedaron asombrados.



Moraleja: busca tu propia verdad interior y no me toques los cojones...