sábado, julio 31, 2004

DONDE HABITA EL OLVIDO

Hola otra vez.

Me he pasado una buena temporada absorta en mi pequeña vida, esa que no puedo llamar privada, excepto de eventos. Trabajo, trabajo, y más trabajo. Con este ritmo infernal, la gente se me enfada porque "paso de ellos", cuando la verdad es que ya apenas veo a nadie. Ni amigos, ni nada. De hecho, estoy segura de que veo más a mi jefe que a mi novio. A él le pasa igual. De nuevo, las maravillas de la independencia.

Y aquí me tenéis, aguantando el calor y ansiando vacaciones, que vamos a aprovechar mi tigre y yo para adecentar un poco el zulo en el que vivimos. Quién sabe, a lo mejor hasta compramos un sofá-cama, aprovechando la coyuntura. Si es que nos llega el dinero. Como decía Góngora, en uno de esos pocos poemas suyos nada enrevesados, "Poderoso caballero...". Sip.

De momento, la buena de Naga me ha enredado para que escriba en el foro en el que ella anda metida. Está gracioso, si no fuera por las sobredosis de azúcar de algunos autores (que se creen que moquearle a alguien la camisa demuestra lo torturados y profundos que son... Sí, lo sé, aún no he digerido esa escena, se siente). Por otro lado, ya en la vida real, me está matando la insistencia de una de mis compañeras de bombardearme con música de mierda todo el día. Que ganas tengo de que se case de una p"t# vez y deje el atentado musical cotidiano al que nos tiene sometidos, a mí y al encargado. Detesto a los cholos, lo siento, y más después de oír NO MENOS DE VEINTE VECES diarias "Por ti me casaré" y otras delicias. Aparte de Bisbal, claro. En serio, ¿nadie puede matarle? Me enteré por mi compañera, la Sirenita de la Pecera, que por lo visto, mientras a nivel internacional se considera la mejor canción "Yesterday", de los eternos Beatles, y en Inglaterra se reverencia cuidadosamente a los irlandeses U2 (no deja de ser gracioso... Lo mejor de UK es irlandés), aquí la más popular y votada es "Bulerías". Para echarse a llorar.

Ya continuaré escribiendo cuando me sienta mínimamente coherente. Hoy tampoco es mi día. Sigh, repito mucho eso últimamente, ¿verdad?