martes, enero 30, 2007

SEMILLAS


Geasa:

-No puedes atravesar un portal de rosas blancas.
-La madera te ata y roba poder, sobre todo la de serbal o roble.
-Si aceptas la hospitalidad de una casa en forma de pan, sal o vino, no puedes atacar a nadie mientras estés bajo su techo.

domingo, enero 28, 2007

DANCERS ON THE FLAME

¡Ella es verde! Sí, sí, lo es

Bueno, ya penúltimo de un largo proyecto que me solicitó mi madre hace ya un tiempo... Estos bailarines son mi particular visión del mes de octubre. Pregunté a una amiga qué le sugería ese mes y me contestó que llamas y castañas... Estuve a punto de añadir uva por aquello del vino, pero al final lo he dejado en llamas y una pareja bailando indecentemente desnudos. Pensaba ponerles una parra envolviéndoles de forma estratégica... Pero creo que ya está bien. ¿Qué opináis vosotros?

viernes, enero 19, 2007

ANNE MARIE McFURY

Anne Marie

Hete aquí un esbozo a tinta de cómo se supone que crecerá la "patito feo" de mi cómic... Parece que gana con los años, sobre todo de talla pectoral. Ahí la tenéis. No es gran cosa, pero llevo unos días tremendamente ocupados, así que... habrá que conformarse. En cuanto haya qué contar o qué colgar, ya pondré cosas más interesantes. See you!

martes, enero 09, 2007

DROGAS BLANDAS

De nuevo las delicias del invierno atacan, en forma de catarro con fiebre de esa que te hace alucinar (y no, no estoy exagerando: deberíais haber oído el concierto con teclado de sonidos de gato en celo que escuché). Pasada esa fase, hemos llegado a mi favorita: la época del moco.

Y ha llegado en todo su esplendor, con gastos de papel que obligan a ir con un rollo de papel en el bolso, cosa que te da aire de Maruja desconfiada con incontinencia. Conozco pocas cosas menos sexys en esta vida que ir a un restaurante y tener que sacar el papel para el trasero mientras comes sabroso pulpo. Hace que parezca que reniegues de las honradas servilletas de hilo, tan tradicionales como el techo de madera de los buenos asadores rústicos.

La congestión ha sido para llorar, así que con toda clase de fluídos pendiendo de distintas zonas de mi rostro, me he dirigido a la farmacia, a que me diesen algún inalador, pastilla o jarabe. Y es que lo que no te mata no hace más que retrasar lo inevitable.

Salí con mis pastillitas (rojas, pregúntenle el significado a Neo que yo ya no me acuerdo) y me senté a leer las instrucciones y contraindicaciones. Yo tiendo francamente a la hipocondria, pero esto ya fue demasiado. Me sentía como el protagonista de "Tres Hombres en una Barca (por no mencionar al perro)", que llega a creer que tiene todas las enfermedades (salvo dos) existentes. Ahí te describían posibles efectos adversos que iban desde dolores de cabeza hasta nerviosismo (¿crisis de estrés?), insomnio, somnolencia, dolor de cabeza, irritación de los ojos (como si no lo tuviese ya de serie), mareos, nauseas... Vamos, que como poco debían llevar cianuro en pequeñas dosis. Por no comentar que no podían tomarlo ni embarazadas, ni asmáticos, ni ancianos, ni niños, ni...

¿Hace falta seguir?

Me he servido un vaso de leche de soja (alergia a la lactosa, espero que no esté contraindicado también para eso), he cerrado los ojos, he encomendado mi alma y me he tragado la pastilla de marras.

Así que si no vuelvo a bloggear, ya sabéis: No toméis pastillas para la congestión. ¡Son malas!