jueves, diciembre 23, 2010

Lirones tomando el té


Bueno... éste es el motivo por el cuál últimamente no coloreo a mano: mi scanner masacra por completo los dibujos.

Dos lirones tomando el té. El original era mil veces más bonito. Los lápices y la tecnología no se conjuntan nada bien.

domingo, diciembre 19, 2010

Felicitación navidad 2010-2011


Como me recordaron varias amistades... no tenía la felicitación de este año. Pero aquí esta. ¡Feliz Navidad y próspero 2011 a todos!

jueves, diciembre 16, 2010

La Duquesa de Hielo

Helga, esbozo

De nuevo, proezas con la tableta digitalizadora... esta vez le ha tocado a otro pj changelingoso, otra hada: la duquesa de hielo, un personaje creado por mi marido para traer muchos problemas a los demás.

Como era mujer de armas tomar, la quise dibujar con su coraza y escudo... pero con un pequeño añadido que no suelo poner: un escote. Sí, chicos, yo, la que reniega fervientemente de las estúpidas armaduras con escote, los bikinis de malla, y toda la pesca. He dibujado una armadura escotada. ¿Por qué...? Pues porque es Changeling, y allí prima la estética sobre la utilidad. Si hubiese sido cualquier otra clase de personaje, os aseguro que no habría caído en lo que más ODIO en el mundo: la carne por la carne. Pero en este caso... muerte al pragmatismo. Con motivo, al menos.

Debo decir que el resultado es bastante estético. La única mala noticia es que en el dibujo acabado no se aprecia el rotundo trasero de la malvadísima Duquesa:

Duquesa acabada

Hala, ahora me toca ponerme las pilas con la felicitación de este año...

martes, noviembre 23, 2010

Revisando viejas glorias

Hace unos días encontré esto entre mis esbozos:

Esbozo genérico, de título "Shisha", a secas

Era un esbocillo antiguo, que no llegó a nada por falta de medios y de ganas. Ahora casi me alegro... lo recuperé ayer, lo re-dibujé (no me convencía en algunos detalles de la anatomía, la verdad), añadí detalles en la shisha y un par de gatos... y me puse a acabarlo, tableta digitalizadora en mano.

El resultado:

Canta-Lluvia, Eshu sexy

Qué puedo decir. ¡Me gusta mucho más ahora!

viernes, noviembre 12, 2010

Caras variadas

Una de personajes varios

Sigo jugando con mi tableta digitalizadora... Los esbozos se hacen a mano, se escanea, y se pinta por debajo de la linea de lápiz. Es divertido, y además puedes guardar la paleta de colores para próximas ocasiones: son esas manchas tan graciosas que hay junto a las caras...

Me gusta dibujar personajes, me da la ocasión de intentar salirme de las caras-tipo que dibujo siempre. Aquí se ven, por orden de izquierda a derecha y de arriba a abajo:

-Dimitri Popov (jugadora: Elijhaa), Colmillo Plateado
-Ainder (jugador: Spads), sátiro adolescente.
-Evlin (jugadora: yo misma), sidhe adolescente y no muy guapa (para lo que son las hadas, es un callo xD).
-Mel (jugadora: Elijhaa again), nocker adolescente.

domingo, noviembre 07, 2010

Fae


Últimamente me da por leer y ver musicales. Me he pasado unos días en cama por tema salud, así que como no podía pasarme el rato dando brincos por la casa o haciendo cosas productivas en general, me dio por dibujar. He vuelto a las raíces y me ha dado por mis viejos tiempos de dibujar hadas y esas cosas... No sé, será porque pensando en mi infancia me acuerdo de Peter Pan, o del Señor de los Anillos, o porque vuelvo a jugar a Changeling.

Viendo algunas imágenes de éste juego, y de lo que la gente en general da por bueno en cuanto a elfos y hadas, me molestó un poquito ver que la mayoría se lo plantea como me lo planteaba yo a los catorce: gente con orejas puntiagudas (palabras de uno de mis hermanos viendo mis dibujos en aquella época). Cuando leo algunas novelas, como las ya citadas de Meredith Gentry, o me da por revisar el arte de siglos pasados, veo que se plantean unos "elfos", o hadas, o como queráis llamarlos, bastante más inhumanos, más interesantes y que realmente no podrías confundirlo con una persona a la que han hecho una operación los de la clínica de anti-estética... En ese sentido, los elfos de ElfQuest, de Wendy y Richard Pini, me parecen una auténtica maravilla: a primera vista, por el dibujo, distingues a unos de otros, pero también distingues perfectamente quiénes son humanos (con sus proporciones anatómicamente correctas) de los elfos (idealizados e imposibles). Dentro de que son "bonitos" a la vista, se acercan más a un prototipo de belleza a lo Yoshitaka Amano o, siendo más clásicos, a una Venus de Boticceli... figuras idealizadas, tanto que se salen del canon de lo realista.

Así que decidí hacer mi prueba al respecto. Ya de paso, suprimí por completo el tema "orejas". Al fin y al cabo, no creo que hagan falta para ver que los bichos que he dibujado tienen poquito de personas... sólo por la cintura de ella y su cuello acisnado (eh, Iron, esta vez es a propósito :P) tenéis una buena pista. Por no hablar de las pintas de él, claro.

Cuando lo acabe colgaré la versión definitiva en DeviantArt, como siempre... De nuevo, estoy coloreando por ordenador. Gracias, mamá, por el regalo de cumpleaños... ¡me está siendo muy útil!

PD: Me he puesto esto de fondo de pantalla. Queda resultón...

viernes, octubre 08, 2010

Sarah y Jari

Una Colmillo Plateado y un Aessir algo desfigurado.

Bueno... me ha dado por experimentar con el Corel Paint X que tengo en periodo de pruebas. Qué puedo decir, es tremendamente divertido. Los resultados sé que son un tanto particulares, pero no me negaréis que es cuanto menos interesante el efecto en general.

No tiréis piedras...

viernes, octubre 01, 2010

El final de 7ºMar

De acuerdo, no me he podido resistir... porque en la línea oficial, esto es como el final de Perdidos (JOJOAJOAJOA). Lectura exclusiva para frikis de 7ºMar.

Creativo One (CO): Bueno... revisemos, tenemos cuarenta y dos pjs entre principales y secundarios en cada nación, unas doscientas setenta y cuatro subtramas, además de la subtrama principal sobre el fin del mundo, con extraterrestres, magia que destruye la realidad y...

Creativo Two (CT): Eh, eh, un momento... ¿Cómo que destruír la realidad? Osea, ¿nos pasamos años montando este mundo para que ahora venga cualquier gilipollas y nos líe el Apocalipsis? ¿Estarás de broma, no?

CO: Pero... pero... el advenimiento del Cuarto Profeta... y la magia Sorte que ocasiona el deterioro de la realidad utilizada por una nación entera... y Porte que crea agujeros en la realidad también... y el Fuego Interior que los cauteriza y que no se ha extinguido del todo...

CT: Vamos a ver, chico. Entendámonos. ¿Crees que alguno de nuestros jugadores, que son los que compran los libritos, después de haber estado acumulando PXs para que sus pjs MOLEN MUCHO, romances para tener buen rolsex, y muuucha aventura, quieren que se les mande cerca tan fácilmente? ¿Uhmmmmm? ¿Qué crees que nos dirá nuestro experto en márqueting?

CO: Pues...

CT: Eso me pareció. Si es que estos novatos no tienen ni idea... Planteemos las cosas de una forma racional: ¿El Cuarto Profeta? Paparruchas. ¿Sorte? Cataclismo en las islas Vodacce, todo a tomar viento, y andando. Y Porte... bueeeno, la Revolución. ¿No había prevista una por ahí...? Pues que les corten a todos la cabeza.

CO: Pero... pero... ¿Y las subtramas de Vilanova, Valentina y...?

CT: Estás asumiendo que a alguien le importan los secundarios, chico. ¡A nadie le importan los secundarios!

CO: Pero... pero... ¡son principales!

CT: NO son los jugadores. Ergo, NO son los protagonistas. ¿Ergo...?

CO: Vale, vale... Entonces, magia fuera y el Apocalipsis fuera, ¿no?

CT: Eso mismo. Además, WW ya lo ha hecho y mira el mojón que se comieron... nosotros queremos que lloren por nuestras reediciones, ¡no que las quemen! Así pues, toda la magia Sorte y Porte se colapsa en sucesivos cataclismos minimalistas y localizados, climáticos o sociales. Historia cerrada.

CO: Bueno, pero... ¿y el campesino que iniciaba la Revolución...?

CT: Ya la ha iniciado, ¿no? ¿A quién le importa el resto? Venga, venga, que te cierro los cabos sueltos cantando.

CO: ¿Y en Castilla...? ¿La trama de Sandoval, la Inquisición y los Vagos...? ¡Esa no se soluciona con la desaparición de la magia!

CT: Puesss... oh, muy fácil. Un atentado de los Irasclair...

CO: Son Rilasciare.

CT: Lo que yo te diga... pues atentado y los tres mueren.

CO: ¿¡Los tres!?

CT: Sipes. Nadie quiere saber lo que le pasa a un adolescente atontado, a un cuarentón que se disfraza de Batman, y a un fanático religioso. Hala. Listos.

CO: Pero... ¿Y Montague? ¿No va a volver y resolver el tema de la Revolución, y...?

CT: Pufff... demasiadas complicaciones. Que se lo quede la alemana loca esa y lo utilice de mascota sexual.

CO: ¡Pero si se ha casado con el bajito!

CT: ¿Y? ¿No me dirás que eres tradicionalista y machista, y que crees que las mujeres no tienen derecho a liberación sexual, verdad? ¿Qué pasa, que los pjs masculinos tienen derecho a amantes y los femeninos no? ¿Eh, eh, EH?

CO: ... Yo...

CT: Tú no tienes NI IDEA. Bueno, listos.

CO: Pero... ahem... ¿Y Ussura? ¿Y los planes del Gaius? ¿Y Matriushka? ¿Y las Hijas de Sofía?

CT: Amos a ver, ¿a quién le importa un puñado de rusos cambiaformas? ¿A ti te importan? A MÍ no me importan. Y a los jugadores, menos aún. ¡Sólo quieren llevar piratas y espadachines y pasarlo bien, caray! Encima querrás que les guste el tema político...

CO: P-p-pero... ¿Y Avalon? ¿Y la Media Luna...?

CT: ¿Tú te crees que después del 11-S a alguien le interesa saber lo que le pasa a los moros? ¡JA! Y Avalon... ¡hablan americano, en el fondo! ¡No vamos a fastidiar el único gobierno que hablan AMERICANO como Dios y la Patria mandan!

CO: ...

Creativo Three: ¿Alguien quiere un café?

jueves, septiembre 23, 2010

Imagen de familia


Ya sabéis que me gusta mucho mi kitsune. Es bonita de dibujar y esas cosas, y aparte... lo reconozco, los zorritos siempre me han enamorado. Me gustan esas patitas negras y el pelaje vistoso.

Ahora ya tiene familia. Si es que adoptas a un niño, lo crías, crece y mira en qué jaleos te acaba metiendo. Eso de ser inmortal tiene algunas... ¿desventajas? :P

El dibujo no tiene unos acabados perfectos, pero francamente me daba palo retocarlo en exceso y que perdiese ese aire ingenuo de recortable. Me gusta el arte naïve. Y los papeles de regalo. Sipes, me gustan mucho los papeles de regalo con estampados bonitos. ¿Se nota?

martes, septiembre 21, 2010

Antojos a medianoche

Que no cunda la alarma: no estoy embarazada. Pese al título equívoco.

Aclarado esto, cuento una pequeña anécdota: iba yo con mi antojo de Nesquik (es la única de esas bebidas chocolatadas que mi marido puede tomar por tema intolerancia al gluten...), pensando felizmente en dos bricks de leche de soja (por mi intolerancia a la lactosa... en casa somos muy intolerantes, sipes), cuando al abrir la puerta de la nevera me he encontrado la siguiente visión:


Al parecer, a mi marido también le apetecía un Nesquik fresquito, ¿ve usted...?

sábado, septiembre 04, 2010

EL REY TIGRE


... Y se reunieron todos, grandes y pequeños, viejos y jóvenes, fuertes y débiles. Los terribles Rakshasa y los nobles Khan. Los corruptos y los ascetas, los demonios y los sabios. Y se inclinaron ante su Rey.

-Mi señor, habladnos -dijo un Rakshasa.

Y el Rey los contempló y no dijo nada.

-Mi señor, oh noble entre los nobles -dijo un Khan-, debéis hablar y nosotros obedeceremos.

Y largo rato esperaron mientras su Rey les miraba, unos y otros, malos y buenos, benditos y malditos.

-Mi señor... esperamos vuestras palabras -insistieron los líderes de cada bando.

Y el Rey se quitó su máscara descubriendo un rostro horrible; y se despojó de sus joyas y sedas quedando desnudo; y en la peña fría sobre la que apoyaba sus augustos pies se sentó, cerró los ojos y meditó sobre la grandeza del Universo y la diversidad de sus aspectos.

Y todos quedaron asombrados.



Moraleja: busca tu propia verdad interior y no me toques los cojones...

domingo, agosto 15, 2010

Paraíso escondido

Acabo de volver de mini-vacaciones, pagadas con bono de mi ex-empresa, por allá por Lleida, ese mundo diferente. No pensaba que los deportes de aventura fueran para mí, pero he vuelto enamorada del barranquismo, del rafting, del excursionismo (y si creéis que eso no es extremo, esperad a encontraros con dos víboras en la misma excursión como me pasó a mí...), y de los paisajes en general. ¡Hasta el agua estaba más buena, caray! Tenía sabor metálico y te podías pasar el día amorrado a una fuente con sensación de vacuna felicidad. Eso si te dejaban el amable personal del hotel, que nos hizo un planning apretado para los tres primeros días que nos provocó K.O. técnico al cuarto.

Me explico: el primer día llegamos hacia las doce a Llavorsí, de donde nos recogió una chica muy simpática y nos llevó a nuestro hotel en Tavascán. Tan pronto nos inscribimos, nos dieron llave y nos planificaron una visita (super-recomendable) a las instalaciones de la central hidroeléctrica, una auténtica catedral bajo tierra. Gracias, tío Paco, por dejar semejante monstruosidad para nuestro regocijo. Aquello parecía Moria.

Voy camino Moria, ¿tú hacia dónde vas...?

Escalera al infinito. Y más allá. ¡Toda la montaña está perforada cual queso!

Una vez fuera de la visita (en serio que es para verlo... sólo vimos la parte más "visitable", léase turística, y ya te dejaba con la boca abierta), nos dedicamos a explorar un poco el pueblo. Dos ríos, varios puentes, y avistamientos de hombres oso. Qué belleza.

Un río.

Debajo de un puente pasa una serpiente...

¡Avistamiento del hombre-oso!

Segundo día: nada, relax. Total, una excursioncilla de cuatro horas por el parque natural de los Pirineos, camino arriba, camino abajo. Casi nah.

Caminante, no hay camino, solo agotamiento al acabar...

-¡Abetitos, ¿cuál es vuestro oficio?!
-¡Abetear! ¡Abetear! ¡Abetear!


Aquello estaba llenito de mariposas, oiga...

Nos metimos por senderos que una cabra se negaría a transitar, por el gusto, por que yo lo valgo, y por mis santos webs. Sospecho que no se trataba de otra cosa que la cabezonería congénita, porque por otro motivo no me habría metido en semejante berenjenal, y menos con mi vértigo. Pero allá que iba, chirucas en pie y manos en el aire...

Alegres masocas con cascada al fondo. ¡No miren hacia abajo!

Tras semejante machaque, gratificante pero cansado, nos tomamos la tarde con calma. Al día siguiente, no obstante, allá que fuimos otra vez: por la mañana, rafting río abajo.

¡¡Ooooooooooooee!!

Por supuesto, con esto nuestro natural masoquismo no quedaba saciado, así que nos dio por juntar con la tarde vigorosa: BARRANQUISMO. Y yo con estos pelos.

Hicimos el curso de un río, rappeleando (no, no leíamos fortunas, para los que buscan el chiste fácil...), andando, y llenándonos de agua hasta el caracú. Aquello fue una actividad altamente avergonzante, de lo que desdichadamente apenas guardo fotos. Hubiese sido bonito inmortalizar el instante en que mi marido se atascó y no podía pasar por uno de los toboganes de agua hasta que ésta se acumuló detrás y lo sacó ("pop") como el tapón de una botella de champagne. No obstante, para que no sufráis por falta de información gráfica, héteme aquí con traje de neopreno:

The internet is for porn.

Del cuarto día sí que no guardo memoria. Nos levantamos, desayunamos abundantemente, volvimos a la cama y no hicimos nada. Por lo visto, llovió, pero en nuestro estado apenas nos enteramos de ello salvo cuando salimos a cenar y vimos el suelo mojado. La media pensión es algo maravilloso.

El quinto día SÍ salimos, como los heroes que somos. Hicimos una miniexcursión, visitamos la iglesia del lugar (que tenía la llave más grande del mundo... ¿alguien recuerda ese cómic de los Profesionales?), vimos un poco la montaña... vamos, de tranquis. Para nada los excesos atléticos de los primeros días.

¿Quién es el dueño del castillo...?

Si yo fuese Drácula, viviría en Lleida...

Que hermosura de murciélagos tenían, oiga... fue un gusto de viaje, vimos de todo menos zorros (aunque sí una huella de ellos en el suelo), nos patemos lo impateable y acabamos con un derrengamiento... que no nos impidió ir a por queso en la feria de la oveja de Llavorsí.

En fin, que lo hemos pasado en grande. Ya sabéis, si queréis dedicaros a hacer el cabra, aka turismo rural y deporte de aventura, echadle un vistazo al ignoto Tavascán. Algo duro de acceder a él, pero vale la pena. Os admirará lo que podéis llegar a aguantar...

miércoles, julio 28, 2010

Exorcismo

Ahí queda eso

Hace tiempo que necesitaba exorcizar una vieja historia, una que empezó muy bien y acabó muy mal, en gran parte por acabarse el trato con alguien que en su momento fue muy importante para mí.

Creo que el exorcismo ha salido mejor de lo que esperaba: empecé dibujando una cosa y ha acabado siendo otra. Me gusta el resultado, así que he decidido darle puerta al tema.

miércoles, julio 21, 2010

El dragón meditabundo

Sai, un dragón chino

Éste es un encargo, en cierta manera; vamos, fue una petición que me hicieron ya hace algún añito que otro. Cuando por fin me dió la inspiración para realizarlo, lo acabé en una tarde. Trabajaba sobre un concepto esbozado en el tren, y los acabados fueron una labor de paciencia (mucho rato dibujando escamitas, y luego pintándolas en nada menos que tres tonos distintos de verde...), pero estoy francamente contenta con el resultado. Me pasé un buen rato simplemente buscando documentación, ya que quería que el cuerpo del dragón quedara como los dragones chinos tradicionales. Me gustan particularmente las patitas rojas, y en general todo el efecto de las escamas. La barriga es de ese color (que mi scanner suele masacrar, vaya usted a saber por qué) que recibe el nombre de "rosa peladilla". Todos deberíamos tener un lado dulce, aunque sea la panza...

Pocas veces doy originales, ya que sufro mucho al separarme de ellos; aunque me han insinuado que podría vender mi arte on-line, reconozco que el mero concepto se me hace duro de roer (como dije en broma a cierto amigo, debería vender a mis hijos para alimentar a mis dibujos). Sin embargo, éste lo he regalado. Podéis ver más de mi obra en color en deviantart, como siempre... últimamente todo lo que acabo lo cuelgo allí, por si alguien se pregunta por qué no hay más cosas en este blog.

En fin... Feliz cumpleaños, G. Con muuucho retraso.

martes, julio 13, 2010

¡Soy una diosa azteca, joder!

Resulta que mi marido tiene un forillo en el que va montando historias varias. La ambientación es una ciudad, diversas épocas, y el hilo argumental se va montando alrededor.

Sin comerlo ni beberlo, un día ofreció mis servicios como dibujante al resto de integrantes del foro. Curiosamente, la gente pensó que yo era un producto de su mente enajenada (cree el ladrón...) y no pidió nada. Hasta que me dió por saludar, y descubrieron que no, no soy una criatura imaginaria. O eso, o mi marido tiene una salud mental mucho más endeble de lo que todos creían...

Éste ha sido mi primer encargo, Emilia.

¡Soy una diosa azteca, joder!


Y no es una diosa azteca, pero cualquiera le lleva la contraria cuando se pone así. Ahí queda eso.

jueves, julio 08, 2010

Año nuevo... vale, no es año nuevo, pero sí diseño nuevo

Maggie Snow, un personaje para la novela que ando barruntando... a ver si ésta la acabo .__.U

Tocaba renovar un poquito el blog, porque andaba cansada de los colores de siempre. Así que me he buscado un fondo a tono con mis aficiones, un diseño un poco menos plano, y algo que no se comiera por completo los textos. Espero que os guste.

Una segunda versión de cierto pj que no consigo plasmar como querría. Weh.

Y para que esto no sea únicamente anuncio de novedades, subo un par de esbozos que he hecho.

Galael se pelea con la estupidez sin fronteras de un alegre cachorro

P.D.: Me he asustado. Un montón. Por aquello de darme un paseo virtual mientras hacía labores y retocaba el diseño del blog, me ha dado por mirarme mis enlaces. Gracias a Dios que hay quien sigue actualizando... porque la mayoría de ellos llevan como poco dos años inactivos. ¿Se habrá muerto todo el mundo y yo no me he enterado...?

miércoles, junio 16, 2010

Las trillizas Underbridge

Cómo empezar un posteo sobre 7º sin honrar al inefable Errol, inspiración de todos los que crean historias pasadas de vuelta de piratas. Te queremos, Errol.

Fue asombroso, de veras. Ella lleva dos meses en mi pueblo, yo siempre madrugo y en esta ocasión cogí el tren unas horas más tarde porque me había tenido que pasar por el banco... Y tras unos siete años de no saber la una de la otra, nos reencontramos, intercambiamos móviles, y hala. Como si el tiempo no hubiese pasado.

Menos mal que de vez en cuando la vida te da estas sorpresas agradables, porque hay días a cambio en los que desearías no haberte levantado. Pero aquel no fue uno de ellos, así que aprovechemos la buena cara del universo. Como dicen en Zombieland (película de humor negro que me hicieron ver mi marido y la buena de G., y que contra todo lo esperado me hizo gracia), "hay que disfrutar los placeres sencillos".

Así que quedamos para una partidita de rol, por una vez "sólo chicas". Lo dicho, placeres sencillos. Me apetecía algo meramente interpretativo, con gente que no se cortara un pelo a la hora de hacer monicaquerías. Ha sido una tarde para repetirla, oiga: las aventuras de tres trillizas muy distintas en la legendaria Avalon (ver 7ºMar, ese juego teatral), con penurias tales como caracteres muy distintos, un ritmo de envejecimiento enlentecido (eso, ahí donde lo veis, es un fastidio cuando tienes dieciséis años y aparentas ocho), amores verdaderos, esposas celosas y brujas, competiciones, maldiciones... Vamos, una de 7º de lo más normal. O no tanto, no hubo nadie que se colgara del techo ni una vez. Cachis.

Aclaro que este juego parece una mezcla entre las pelis de Errol Flynn, los caballeros de la mesa redonda, Piratas del Caribe, Disney y La Princesa Prometida. No necesariamente por este orden. Ah, y con toques de One Piece en algunos momentos...

Ahí fuimos las tres, a meternos en follones. Y como soy yo, hice un esbocillo de las tres en la ficha de personaje (que tiene un huequito muy mono para tal fin). Vean a las tres mozas, vean:

Perséfone Underbridge

Ahí donde la ven, esta es la más mayor de las tres hermanas. La que sufre de envejecimiento retardado. Sólo de pensar lo larga que va a ser su adolescencia me recorre un escalofrío. ¡Pobres sus padres...!

De momento, afortunadamente, sólo piensa en dos cosas en la vida: libros y magia. ¡Muérete de envidia, Raistlin, Sef es más mona!

Angélica Underbridge

He aquí a la segunda de las trillizas, sin ese bonito "mérito" de envejecimiento lento y que, por tanto, aparenta sus dieciséis. En todo sentido: es una enamoradiza. Y para colmo ha encontrado su amor verdadero la pobre, o mejor dicho pobres los de alrededor... Ella está muy cómoda en su papel de princesita rescatable, y deja las bofetadas (mágicas o de otro calibre) a sus dos sufridas hermanitas.

Sus intereses en la vida son la magia, el juego, el Amor Verdadero (así con mayúsculas) y las cosas bonitas. Y meter en jaleos a las otras dos Underbridge. ¡Todo el mundo necesita hobbies!

Danae Underbridge

Y hete aquí a la tercera hermana. Si esto fuese Sentido y Sensibilidad, le hubiese tocado el Sentido. Lo cual, cuando vives en un país de Cuento de Hada (sí, también con mayúsculas), es un auténtico tormento. Y cuando encima una de tus hermanas aparenta ocho años e insiste en que es mayor, mientras que la otra tiene el sentido común de un jilguero, la cosa empeora. La única caballero del grupo, con tremenda fuerza y mala uva, oculta su carácter de rocín desbocado tras una oratoria perfecta y una paciencia... no inagotable, pero que le merecería una aureola, aunque fuese de quita y pon. En serio, se la merece con semejantes hermanas.

Sus aficiones son las peleas, la cerveza, servir a la Reina y mantener a sus hermanas fuera de líos. Esto último no lo acaba de lograr, pero lo sigue intentando con entusiasmo.

domingo, junio 06, 2010

"Oh... the seaside!"

No sé exactamente qué edad tenía yo cuando vi por primera vez Sentido y Sensibilidad, de Jane Austen, interpretado por Emma Thompson y Kate Winslet (además de Alan Rickman y otros...). Por aquel entonces yo era más fan de la señora Thompson que de Rickman (aún me faltaba verle caracterizado como Severus Snape, un papel que creo que no es perfecto para él pero en el que está tremendamente sexy), y reconozco que en su momento no me llamó precisamente la atención la historia; cuando aún no vas a la universidad y eres lo bastante joven como para ser emocional antes que racional, una historia sobre lo malos que son los excesos pasionales no te atrae, por supuesto.

En todo caso, aquella historia me interesó lo suficiente como para comprarme la versión en papel, y para adquirir también todo el resto de obras publicadas por aquel entonces en castellano de la señora Austen. Al llegar a Orgullo y Prejuicio ya me enamoré por completo.

Últimamente me ha dado por repasar esos clásicos con mi marido, tanto en sus versiones televisivas (hay unas miniseries de la BBC absolutamente encantadoras tanto de Sentido y Sensibilidad como de Orgullo y Prejuicio, y sospecho que también del resto) como de las películas basadas en las novelas. Todas ellas me han impresionado en algún sentido u otro, y sobre todo me han impulsado a releer (por completo o parcialmente) las obras originales, llegando al punto de leer en voz alta algunos de los fragmentos más divertidos, irónicos o tiernos a mi cónyuge. Es curioso comprobar las opiniones tan desparejas que podemos llegar a tener sobre algunos temas.

Portada de la versión castellana de Sentido y Sensibilidad, la miniserie de 1981. Magnífica adaptación pero bastante poco conocida, lamentablemente

Mi último experimento, tras haberme visto del tirón la miniserie de Sentido y Sensibilidad con Irene Ritchard de protagonista (y con un casting de actores nada guapos, pero perfectos para sus relativos papeles, algo que no puedo decir de la versión de Emma Thompson and co.), la de Orgullo y Prejuicio (que ya en sus tiempos me recomendó la ex-novia de uno de mis hermanos), la película basada también en O&P (con Keira Knightley haciendo de una Lizzie más contenida que la original, pero también estupenda), fue verme las distintas versiones de Emma.

Para los que no conozcáis la obra de Jane Austen, Emma es la historia de una chica joven, hermosa, rica y repleta de buenas intenciones, pero con una carencia total de astucia y empatía que la llevan a tener proyectos de matrimonio para todos cuantos se le cruzan, a cuál más disparatado. El problema de esto es que se mezcla con la arrogancia natural y la vanidad de niña mimada de la protagonista, la simpleza y carácter enamoradizo de su mejor amiga y protegida, Harriet, la hipocondría del padre de Emma, los engaños y falsas apariencias del joven Churchill, el carácter reservado de una, la charlatanería de otra, el carácter tiránico de cierta tía, la personalidad gruñona pero siempre justa del señor Knightley... todo un desfile de personajes a cuál más aparentemente desquiciado, pero en realidad todos ellos perfectamente humanos.

Emma y Mr. Knightley en la versión film

La versión en película es una delicia y me gustó muchísimo en su momento. Emma y los otros personajes están simplificados hasta el extremo de resultar caricaturescos, lo cuál quita parte de la sutileza de la historia haciéndole ganar en ritmo. Emma se convierte en una de esas criaturas que no sólo tropieza dos, tres o cuatro veces con la misma piedra, sino que cada vez hace propósito de enmienda y cada vez sus actos la desdicen. Francamente, nada que no nos pase a cualquiera: nuestro carácter como seres humanos suele tener una serie de características marcadas, que tanto pueden resultar positivas como negativas. A la parte positiva le llamamos virtudes, y a la parte negativa defectos, pero en realidad no suelen ser más que las dos caras de una misma moneda: un carácter acomodaticio y amable puede ser tachado de débil y sin ambición, una personalidad fuerte como de ambiciosa o sin escrúpulos, o como triunfadora... todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes.

Lo cierto es que muchas veces hacemos propósito de enmienda de aquellas faltas que nosotros mismos vemos en nuestra forma de ser, pero rara vez llegamos a cumplirlas. Corregir un defecto conlleva cambiar nuestra personalidad, y eso es lo más difícil de todo.

En todo caso, lo que para mí era una comedia divertida y simplemente "mona" se convirtió en un auténtico martirio junto con mi marido, que veía las continuas meteduras de pata de la alocada protagonista y se levantaba, se llevaba las manos a la cabeza y declamaba sobre lo que él llama "el Monstruo Social"; o, como aclaración friki para roleros, "una criatura con Carisma a 5 y Astucia a 1" (usar sistema de juego de MdT).

Poco después, gracias al Círculo de Lectores, llegó a mis manos la miniserie de la BBC, del 2009 basada también en la misma historia, y que yo no sabía ni que existía.

Emma y el Señor Knightley, versión miniserie de la BBC.

Qué puedo decir... me he enamorado.

Como fallos de la miniserie (pues siempre hay que ser crítico y hablar de todo), debo decir que falta casi por completo ese sentido del humor irónico del que gozan tanto la novela como la película; es menos rápida, más detallada y más serena, menos caricaturesca y más humana. También se toma ciertas libertades en la adaptación de algunos personajes (el señor Elton resulta aquí entrañable, casi frágil, mientras que en la película era un cretino pomposo e interesado, bastante más cercano a la versión literaria de este pastor) que podrían considerarse injustificadas. Adopta un tono serio, incluso dramático, que está bastante alejado del carácter de la prosa de Jane Austen. Y la protagonista carece del encanto de Gwyneth Paltrow, por qué no decirlo. Por contra, la actriz que hace de Harriet es perfecta, mientras que en la película... bien, llamarla "bella" (como se supone que es y se repite en numerosas ocasiones durante la obra) es ser generoso. No porque sea fea, sino porque la Harriet del film (muy bien interpretada en su bondad y simpleza por Toni Collette, pero que no está a la altura en cuestión de apariencia) no pasa de ser una chica del montón. Vean y comparen, señores y señoras:


Toni Collette como Harriet en la película. Ahum.


La preciosa Harriet en la versión miniserie, interpretada por una deliciosa Louise Dylan de forma impecable

Sin embargo, me ha gustado más que la película. ¿Por qué? Porque se molestan en retratar a todos los personajes, incluyendo a la reservada y enfermiza Jane Fairfax (que en la película no pasaba de ser una esfinge muy atractiva, pese a que la actriz fuese la formidable Atia de la serie Roma); plasman la personalidad de Emma a la perfección, no sólo en sus defectos sino también en sus virtudes (incluyendo su amor desmesurado por su padre, y el cuidado atento y constante que tiene con éste); y en suma, es bastante más contenida, más inglesa, menos malabarística que su homónima en film.

Polly Walker, la Atia de la serie Roma, y Ewan McGregor en sus respectivos papeles como Jane Fairfax y Frank Churchill en la película de 1996

La dulce Jane Fairfax, tímida y reservada y con todos los problemas de conciencia que se intuían en la novela y que retrata la miniserie de la BBC. Menos hermosa que Polly Walker, pero mucho más cercana a la versión literaria y mejor definida.

También se recrean más en algunos aspectos casi inexistentes en la versión de Gwyneth: la defensa de Emma de su situación de soltera, su amabilidad constante pese a su falta de paciencia con los defectos ajenos, las opiniones que tiene (tremendamente modernas, para qué negarlo) sobre que "los hijos no deben pagar por los pecados de los padres", y de que "sin duda un hombre prefiere una mujer cuyo cerebro esté bien amueblado a una hermosa..." (dicho en tono irónico, léase, al revés te lo digo para que me entiendas). Emma tiene una serie de opiniones muy actuales, que chocan con las actitudes y creencias de su momento, pero que no son para nada absurdas. La lástima es que toda esa modernidad choca con las realidades que le tocan vivir, unas realidades para las que siempre es la voz de la experiencia el señor Knightley.

Señor Knightley, por cierto, que poco tiene que ver con su versión film: como bien dijo mi esposo, el señor Knightley de la película es simplemente perfecto. Irónico, caballeroso, guapo... guapísimo, diría incluso. Y tremendamente elegante. Uno se pregunta cómo puede hacer de comparsa de Gwyneth Paltrow, que por muy mona que sea, tiene la cabeza llena de pajaritos.

En cambio, en la miniserie vemos un señor Knightley que, conservando toda su preocupación por los demás, con toda su buena disposición y caballerosidad, es un tanto campesino, incluso vulgar en ocasiones; que es gruñón hasta el punto de resultar en algunos momentos insoportable; y que está tan encorsetado por el sentido común que... cielo santo, ¡cásate con Emma y añade un poquito de fantasía a tu existencia, por Dios! No es la impresión que tenía en la película, para nada. Y me gusta mucho más el Knightley de la miniserie, porque al menos, no es infalible. Siempre me ha aburrido un poco la perfección...

Debo decir también, a favor de las miniseries tanto de Sentido y Sensibilidad como de Emma, que las últimas frases de cada una (tranquilos los lectores, no voy a hacer ningún enorme spoiler...), me resultan tremendamente emotivas:

S&S: "My children...!"

Emma: "Oh... the seaside!"

Y si no entendéis porque me emocionan esas frases, que fuera de contexto ya sé que tienen poco sentido... Haceos un favor y descargaos las miniseries, o compradlas, o lo que os apetezca. En serio, ambas son una maravilla.

¡Desde aquí, mis más sentidas felicitaciones a la BBC por estas pequeñas obras de arte!

martes, marzo 16, 2010

LA VISIÓN DE DHIR SUSHANT (relato)

(Y ahí va la continuación de La Oración de Vinamra. Espero que os guste).

Se dice que tu existencia te pasa por delante de los ojos cuando estás a punto de morir. Dhir Sushant, como se hacía llamar el consejero, siempre se había burlado de tales tópicos. Al fin y al cabo, su vida llevaba desde hacía una eternidad jugando a realizar extrañas piruetas, llenando sus momentos de dejà vus y premoniciones. Cada día era para él prácticamente como recordar visiones y sueños.

Casi se alegraba de haber llegado al final, y que todas aquellas memorias del futuro dejaran de atormentarle, quitando sabor a las alegrías y sorpresas, y amargando con temor los instantes previos a la catástrofe.

Se sentó con rigidez en un asiento, cerrando los ojos brevemente. El veneno corría por sus venas, y pronto acabaría con él tal y como hiciera con la bella Charusheela, su amante. A los lejos resonaban los pasos de su esposa, alejándose por un estrecho pasillo del castillo que compartieran y que pronto pasaría a ser pira ardiente. No pensaba dejar a su rival nada de su sabiduría, ninguno de sus libros y apuntes, nada de sus estudios e investigaciones que pudiese malograr y pervertir. Se miró las manos, deformes y escamosas. No temía a la muerte que se aproximaba. Hacía ya tiempo que sabía que no pasaría de aquel verano. Sólo lamentaba que aquello hubiese costado la vida de una mujer aún joven y vibrante.

Pero al menos, su cónyuge Devangi estaría a salvo por el momento, y lo más importante de su magia y su saber le rodeaba las caderas, bordado en los velos de su falda. Si bien no amaba a la joven, sí sentía cierto orgullo por ella, y un placer burlón al pensar que de su cintura pendían secretos por los que Ehimay, el consejero del nuevo Rajá, había matado...

Hacía mucho que Ehimay codiciaba su saber. Dhir Sushant lo había sabido, lo mismo que había sabido cuándo llegaría su hora. Era difícil tomar desprevenido a un clarividente. Eso no quitaba que hubiese estado indefenso ante los lentos pasos de araña que el otro daba, tejiendo su tela de intrigas y deseos ajenos para llegar a devorar a su presa inmovilizada por los hilos de las apariencias y las maniobras que le habían dejado sin favores en la corte. Puede que Ehimay fuese una rata sarnosa, ambiciosa y asesina, pero no se le podía negar la habilidad política. Había sabido endulzar sus consejos ponzoñosos, cuidadosamente susurrados a los oídos del Rajá, hasta lograr de él que se plegara a su voluntad de la forma más sutil e imperceptible.

Cuando le habían obligado a tomar por esposa a Devangi, una niña de diez años, decir que se había sentido indiferente hubiese sido poco. Poco interés sentía por las doncellas que aún no habían desarrollado sus cuerpos y mentes. La pequeña, para colmo, le temía, algo que alejaba de él cualquier interés erótico que hubiese podido sentir. Le había encargado las tareas de la casa, ya que algunos de los objetos de su laboratorio no debían ser tocados salvo por las manos más delicadas, le había prohibido salir del palacio en el que habitaba ahora que había muerto el anterior Rajá, al que había aconsejado frecuentemente y que al perecer le había dejado sin posición en los círculos de gobierno, y había hecho todo lo posible por olvidar su presencia.

En las ocasiones en que la sangre le bullía y necesitaba la caricia de una piel femenina, iba a visitar a una bella dama llamada Charusheela, una cuñada del Rajá. La mujer no sentía repulsa por sus deformidades, sino más bien una morbosa fascinación que le había hecho coquetear con él mucho tiempo antes de que el sabio perdiese su lugar en la corte. Sin embargo, el perder el favor real no le había retirado el de la noble, que gozaba en la seducción de aquel hombre aparentemente saciado de placeres terrenales. Decir que se amaban tal vez fuese desproporcionado, pero ambos arriesgaban sus vidas en aquellos encuentros que, de haber sido descubiertos por el obeso esposo de ella, hubiesen provocado la muerte de ambos. El saberlo no parecía haber hecho otra cosa que espolear su mutuo deseo, la necesidad de él de enredar sus reptilianas manos en el cabello negro de ella y escucharla reír, notar cómo su vientre terso temblaba de buen humor, ver cómo sus ojos se iluminaban y sus labios se abrían para mostrar los dientes manchados por el té, oler su piel tras hacer el amor, hablar de todo y de nada mientras compartían dulces y anécdotas...

Bien, tal vez sí fuese amor, al fin y al cabo.

Un día había regresado a su hogar tras una tarde de delicias junto a Charusheela y, con buena disposición de espíritu, se encaminó hacia su laboratorio. Allí encontró una escena insólita: la joven Devangi se inclinaba sobre uno de los libros que él no hubiese debido dejar abiertos y ella no hubiese debido poder leer, con expresión concentrada. Se acercó a su jovencísima esposa y ella ni siquiera le oyó aproximarse, embebida con la obra. Hasta la fecha siempre la había visto quedarse rígida ante su mera presencia, como un gato que presiente un golpe.

Le puso la mano en el hombro, y entonces sí que la niña saltó como un animal acorralado.

Devangi le miró con ojos desorbitados por el miedo, intentando fingir una tranquilidad que no sentía. Al parecer creía que la había pillado en falta.

-Esposo -musitó ella.

-¿Qué estabas haciendo? -le preguntó él sin expresión. Ella recuperó el control de sus nervios. Sólo era una niña, pero alguien le había enseñado a ponerse la máscara de la indiferencia. Lo hacía cada vez que estaba realmente asustada, así que para él era igualmente delatora, no obstante. Su rostro en blanco le devolvió una mirada vacía. Ella estaba intentando descubrir qué debía decirle, pero al final se decantó por la verdad. No había mentira capaz de cubrir lo ocurrido.

-Leía, esposo -dijo en voz tan controlada que lo mismo hubiese podido tartamudear.

-Leías -repitió él. Ojeó el atado de pergaminos que ella tenía ante sí: estaba escrito en su lenguaje natal, el idioma de la tierra de los magos. Ella no hubiese debido poder descifrarlo-. Lee entonces en voz alta -la desafió.

Devangi miró de nuevo a su esposo con una pizca de sus verdaderas emociones asomando: incertidumbre, asombro, miedo, esperanza. Parpadeó y sólo quedó el color de sus ojos para animar una cara de muñeca de cera. Se inclinó sobre el escrito y empezó a leer para él.

Dos cosas le llamaron la atención: ella había aprendido un idioma sin maestro, había recorrido los jeroglícos de la tierra natal de él sin que nadie le guiase en su aprendizaje; y había adquirido un acento espantoso. Al final le pidió, disgustado por la forma en que el infantil sonsonete de la adolescente destrozaba su lengua, que le tradujera lo que entendía.

La viva inteligencia de su esposa le dejó ligeramente atónito, todo lo que algo pudiese sorprender a un hombre como él. El cinismo no podía cegarle a las virtudes de la muchacha, cuyos pechos comenzaban ya a despuntar por debajo de la seda de su túnica. La joven era cada día más bonita, y pronto sería una auténtica belleza; pero eso no era nada comparado con su sed de conocimientos, y su capacidad de absorberlos. Dhir comenzó a darle clases, dejó de encargarle tantas faenas domésticas -pero no todas, ya que de algo debía servirle estar casado con la niña-, y la ayudó lentamente a dar sus primeros pasos en el camino del saber. Devangi hubiese pasado días enteros bailando o estudiando, descuidando todo lo demás, pero él no se lo permitía. Fue un tutor severo para ella, puesto que con Devangi redescubrió el placer de la enseñanza, y ella parecía aprender más cuanto más la forzaba. Pasaban los días, las semanas, los meses, y la muchacha dejaba de ser niña y se iba formando como mujer.

Por aquel entonces le prohibió salir de la casa. En destellos percibía lo terrible que iba a ser su belleza, y presentía que le sería mortal. La niña palidecía por la falta de luz natural directa, pero eso sólo hacía que sus ojos de gata y su cabello de tempestad pareciesen más vivos e intensos. Bailaba en los salones cuando creía que él no la veía, y la danza daba a sus movimientos gracia y soltura, evitando la clásica torpeza de los adolescentes. También le daba fuerza a sus miembros, flexibilidad a su figura cada día más curvada, fuego a sus gestos. No era excesivamente alta, nunca lo sería; pero pronto otros hombres la verían y su única apreciación de ella sería que era "perfecta".

Si hubiese sido menos inteligente, hubiese sido una cortesana de reputación. Si hubiese sido menos hermosa, una sabia reconocida. La combinación, sin embargo, era cuanto menos desafortunada: no era lo bastante estúpida como para vender sus encantos, ni lo bastante vulgar como para poder ser aceptada en los círculos más bien masculinos del saber y el poder ocultos. Devangi era excepcional en todo sentido, y eso no iba a traer más que problemas, a ella y a los demás.

Así que trató de ocultarla a toda costa, a sabiendas de que tarde o temprano fracasaría y esto sería fuente de grandes desgracias. En ocasiones, sin embargo, cuanto más ocultas algo más rápido surge a la luz; pues intentar mantener un secreto llama la atención de aquellos a quien intentas distraer, y la ausencia de apariciones de su joven esposa no tardó en plantar la semilla de la sospecha en la mente de su rival, Ehimay. Éste le había robado posición, fortuna, éxito, pero cual hombre poseído por la locura del poder, deseaba más y más. La envidia debía corroerle por lo poco que Dhir Sushant poseía que él todavía no: el conocimiento arcano de cómo atar a criaturas más antiguas que el hombre, que algunos llaman demonios y otros dioses, con la mera voluntad. Dicen que los nombres tienen poder, y en aquel país la escritura se consideraba sagrada; pero no todo escrito es objeto de culto, ni todo nombre da poder. Sin embargo, el clarividente había descubierto muchas de las palabras que sí otorgaban verdadera supremacía sobre seres que la mente humana apenas puede concebir.

La lástima es que de joven había sido demasiado impaciente en su búsqueda de la magia, y su carne llevaba ahora la marca de la corrupción que indicaba que se había vendido a los que estaban más allá del tiempo. Nunca podría utilizar las palabras de poder, puesto que se había colocado, atolondradamente, a merced de aquellos a quienes pretendiera en una época dominar cuando pactó con ellos. Había ganado fuerza, sí. Pero el precio había sido desproporcionado, y sólo ahora, cuando era demasiado tarde, lamentaba aquello.

Había inculcado en la mente de su pupila bien claro el precio de intentar lograr las más altas cotas sin estar preparado. Había exhibido sus manos deformes ante ella, y había visto claro el horror en sus ojos verdes que intentaban disimular en vano su repugnancia con la máscara de la impasibilidad. Ella sabía, y no caería en sus propios errores.

Respiró hondo, combatiendo un dolor creciente como una punzada de fuego en sus pulmones. Tosió sangre negra mezclada con bilis. Le quedaba poco tiempo...

Hacía tanto que se había acostumbrado a jugar con fuego en cada uno de sus encuentros con Charusheela que ni se le había pasado por la mente que aquel despreciable Ehimay le atacaría a través de ella. Aquella tarde se habían encontrado y él había notado que los labios de ella estaban más rojos y brillantes que nunca, y ella le había confesado entre risas que probaba un nuevo cosmético. Él había jugado a limpiar la boca de la dama con sus besos ávidos, y se había perdido entre sus sedas y caricias...

Y repentinamente, ella se había quedado rígida en sus brazos, y había empezado a vomitar sangre. Las lágrimas brotaron de sus hermosos ojos desorbitados, y en unos instantes todo cuanto quedaba de su amante apasionada era un cuerpo que se enfriaba rápidamente, mientras los últimos espasmos parodiaban un simulacro de vida.

Comprendió entonces que la habían envenenado. Y lo más irónico era que ni siquiera era por sus infidelidades, sino simplemente para quitarle a él de enmedio, para matarle y dejar su puesto a Ehimay. No podía deshacerse de los efectos de la ponzoña, que ya había llegado a su sangre entre delicias de enamorados imprudentes.

Corrió a su hogar, donde su esposa le aguardaba. Devangi, pobre muchacha ingenua, era ya una mujer, y Dhir Sushant no se hacía ilusiones sobre cuál sería el destino de la joven si caía en manos del Rajá o de su consejero brujo: aliviaría la lascivia de uno o sería sacrificada en repulsivos altares por el otro. Pero no, sin duda ella era el premio que el malnacido de Ehimay había prometido al gobernante a cambio de que hiciera la vista gorda respecto al asesinato de uno de sus nobles, de forma que el consejero pudiese hacerse con sus codiciados libros...

-Me muero, esposa -dijo en voz baja a Devangi-. El consejero del Rajá ha mostrado tu belleza al Khan, y éste te hará su esclava si te pone la mano encima. No hables -añadió, viendo que la muchacha iba a interrumpirle-. No me queda mucho tiempo. Escucha, tras la chimenea hay un pasaje. Atraviesa toda la ciudad real hasta las afueras, por donde podrás huir sin ser vista por nadie. Llévate contigo una capa para cubrirte y estas faldas de bailarina; la gente creerá que eres una artista y serás menos molestada por ello... cuídate del deseo de los hombres, te cortarán el cuello para poseerte si creen que así lograrán satisfacer sus ansias de tu carne... -inspiró hondo y contó sus propios latidos hasta que pudo soportar la agonía de seguir hablando-. Sedúcelos si te hace falta, miente, roba, mata si tienes que defenderte, pero no hagas tratos con demonios... salen más caros de lo que valen, siempre...

Alzó la vista entonces al notar algo húmedo que le caía en la mano. Devangi se había inclinado sobre él, y estaba llorando. Aquello le sorprendió de veras: al parecer ella había superado lo suficiente su miedo como para cobrarle afecto. Su esposa se inclinó entonces y le besó la frente. El sabio sonrió débilmente.

-No hagas eso... hasta mi sudor debe tener rastros de veneno ahora... el veneno que ha matado a mi amante -ella asintió, pues él nunca había ocultado que buscaba su satisfacción carnal en otra mujer-. En estas sedas están bordados los secretos por los que Ehimay me ha matado... pobre estúpido, cree que le servirán de algo... Pero está tan corrupto como yo, y no podría utilizarlos... Absurdo, ¿verdad? -cada vez le costaba más respirar-. Matar a dos personas por algo que de no le será de ninguna utilidad... Guarda el secreto de tu falda celosamente, está incompleto... todavía... Toda mi búsqueda del saber no pudo encontrar las últimas palabras clave, aunque tampoco hubiese podido utilizarlas... Quizás... tú... puedas ser diferente... mejor... -tosió de nuevo-. Vete ahora, niña, vete, esposa mía, mi niña-diosa... Y no olvides que Ehimay recurrirá a hombres y demonios para lograr lo que te llevas contigo... No dejes de huir, no pares de correr, no vuelvas la vista atrás...

Cerró los ojos con fuerza, y notó que ella le abrazaba apretadamente. No correspondió al abrazo: no le quedaban fuerzas para ello.

-Adiós -le dijo ella con voz entrecortada-. Nunca olvidaré lo que has hecho por mí.

Él quiso decirle que no había hecho nada por ella, que simplemente era la única venganza que podía tomarse de Ehimay: robarle su triunfo total. Pero no lo hizo. Quizás porque ya le dolía demasiado hablar; quizás porque, en el fondo, él también le había cogido cariño a aquella muchacha que se movía cual sombra silenciosa y discreta por las salas de su hogar.

Ahora estaba solo, sentado en la oscuridad, esperando los pasos marciales de los soldados que vendrían a despojar su mansión de todos los secretos. Sonrió lúgubremente. Ya no oía la huída de Devangi por el pasillo secreto, y pronto, muy pronto...

Su cuerpo se estaba quedando rígido y frío, pero al contrario que la dulce y difunta Charusheela, él seguía manteniendo su mente viva e intacta. Supo en qué momento preciso derribaron sus puertas, en qué instante las botas hoyaron sus alfombras bordadas traídas de lejanas tierras, y entonces invocó por última vez todo su poder, sin mesura ni contención.

Todo se disolvió en una última visión de fuego.

---

-¿El palacio estalló?

-Sí, mi señor. Los que habían logrado entrar quedaron atrapados en un infierno de llamas. No pudimos sacar ni una miserable cuchara... Nadie hubiese podido sobrevivir a eso. El brujo y su esposa murieron.

Dhir Sushant flotaba en el éter, y aquella imagen molesta, aquellas voces, le impedían marchar por completo todavía, a donde le esperaba sonriente su amada. Se preguntó con irritación por qué la realidad seguía atándole al plano mortal.

-No me lo creo. Ese hijo de una perra callejera no hubiese quemado todos sus logros. Así son los magos, maldita sea su alma... no dejan que el saber se evapore, por muchos riesgos que entrañe. Ella tiene que estar viva. Ella está viva, y tiene que saber dónde ocultó sus notas esa serpiente escurridiza de Sushant...

El mago muerto rió de forma imperceptible, burlona y largamente.

Todo iba según lo previsto, y había plantado una dura espina en la garganta de su rival. Cuando ya se deleitaba con el triunfo, se encontraba con que éste se le atragantaba.

Y eso estaba muy, muy bien.

lunes, marzo 01, 2010

Meredith Gentry

La verdad, me había hartado de leer Anita Blake. Las primeras novelas me encantan, pero una se cansa de ver tanto buenorro y malvadorro, y de categorizar a las mujeres como hermosas y malvadas, normalitas en todo sentido, y hermosas e hijasdesumadre. Yeps. Por no hablar de los finales con Deus ex machina que haría que a los inventores del término les diese por revolverse en la tumba.

Vamos a ver, que es novela negra de fantasía, y está muy bien. No acabo de entender por qué los hombres se escandalizan tanto al leerla, aunque sospecho que se trata de un simple caso de sexismo: que la protagonista sea una tía dura, pegue tiros y mate gente como un Duro-de-matar cualquiera no sobresalta, pero que tenga líos emocionales y folle, sí. Me temo que se trata de algo tan sencillo como que la catalogan como hombre con tetas... y ningún hombre con tetas se iría a la cama con tantos. Vamos, matar sí, pero hay que mantenerse casta. O algo.

Ese punto de vista a mí me hace alzar un tanto la ceja por motivos obvios: a mí que la protagonista se cepille a uno o más hombres tanto me da, de hecho aún no he visto escena de sexo que no me pareciese... "crónica de una muerte anunciada". Por llamarlo de alguna manera. Lo que sí me cansaba un poco era el ambiente de comedura de olla constante y el Marysueísmo constante, por lo que decidí hacer un punto y aparte y arrancar con la otra saga de la misma autora, que me habían dicho que era pura y dura pornografía.

Qué decepción. Tampoco ha conseguido escandalizarme.

Empecemos por el principio: nena monisísima, detective privada, princesa de las hadas. Bueno.

Buenorros por aquí, buenorros por allá, problemas de sucesión, politiqueos, vida moderna en Los Ángeles, magia antigua de las hadas, rosas vampiras, un poco de sexo...

La verdad, me está gustando más que Anita Blake. Quizás porque la protagonista es mucho menos capulla (es que Anita, seamos sinceros, me cae mal...), quizás porque es de hadas y siempre me ha gustado el tema, quizás por los politiqueos que en Anita no son ni la mitad de relevantes, o quizás... quizás...

Quizás porque es pornografía para mujeres, y hay un montón de carne masculina a la venta, descrita hasta las texturas del pelo y la piel (no, no exagero). Y porque por una vez la actitud ante el sexo ni es "sólo si hay amor", ni implica problemas ni conciencia, ni leches. A la protagonista le gusta el sexo, punto. Y si se tiene que hacer por motivos políticos, pues se hace. Pero que no es "me tumbo en la cama y pienso en Inglaterra", precisamente... Merry es una guarra de marca mayor, y no tiene problema alguno con ello.

Y yo tampoco. Arf.

¡Llega una de un buen humor a casa leyendo eso en el tren...! Jujuju.

viernes, enero 08, 2010

El cine del futuro, y esas cosas

He ido a ver Avatar. 3D inclusive. ¿Opiniones?

Pues que es caro. Muy caro. Para lo que es, una especie de holograma de aquellos de bollicao de toda la vida en movimiento, añadiendo momentos más logrados en que te da hasta vértigo y escenas tan rápidas que marean, yo no pagaría el importe de más que vale el 3D. Sólo conseguí que se me revolviera el estómago y no disfrutar todo lo que debería de una película.

Sigamos. ¿Guión? Corrientito, sin sorpresas, simplón. El bueno de Cameron se nos está ablandando como la mantequilla al sol o, como diría mi suegro, quiere "guita, mucha guita", porque sus argumentos son cada vez más comerciales: historia de amor, relato ecologista-fantástico, mucha escena de acción, final tan previsible que desde los diez primeros minutos estás catalogando a los personajes diversos: éste tiene cara de Kowalski, éste no. Adiviné todos. Vosotros sin duda también.

Música... bien, pegadiza, sentimental y muy cursilona. Sin duda en breve tendremos otro hit del estilo de Titanic y su pegajosísima "My heart will go on".

Diseños: ahí un diez. Todo muy bonito, gracias. Una visión espectacular, un delirio de tecnología, un punto y aparte, blablablá. Vamos, que si la película se deja ver es por el habitual buen hacer como director de nuestro buen amigo James; no se hace pesada ni un momento, ni te aburres, el ritmo es estupendo, los personajes bien definidos a los que nos tiene acostumbrados Cameron, y lo dicho, visualmente es una maravilla.

En resumen, y ahí es donde la gente me pega... es bonita y está bien, pero la palabra "sobrevalorada" es lo que me viene a la cabeza cuando pienso en la forma en que la gente me había hablado de ella. Que ojo, que me ha gustado y que para ser tres horas, pasa en un plis. Pero no deja de ser una historia de amor y aventura socorridita, pero con mecas y alienígenas color pitufo que nos incitan descaradamente a la zoofilia (no me digáis que no... medio cine encontrará sexy a la gata que está triste y azul).

Odio el 3D. Ea.

P.D.: Y sí, Sigourney está estupenda. Pena que fume.