lunes, agosto 09, 2004

ODA A LA PIZZA BARBACOA

Extraído de antiguos documentos de la época prehelénica, este texto llegó a mis manos de forma casual. Armada de un diccionario y mi escasa paciencia habitual, procedí a traducirlo, para gran escándalo de los vecinos, que eran receptores indirectos de mis maldiciones. Lamentablemente, el manuscrito original utilizaba el soporte físico de una tablilla de cera, que con estos calores quedó reducida a puro moco. Sólo queda en mi poder, pues, esta traducción en verso libre y papel cutre. Prescindiendo de todo egoísmo, he decidido presentar el resultado, ya que considero que cualquier documento de esta índole es patrimonio de la humanidad.

¡Oh, Musas, sed benignas con este poeta, concededme vuestras gracias!
¡Oh, Zeus, señor de dorados trono y risa, amo del rayo, sonríe a mis esfuerzos!
¡Oh, Atenea de ojos de lechuza, que tu sabiduría guíe mi mano!

(NdT: Seguía así durante rato, así que corté por lo sano; en serio, a estos griegos no hay quién los soporte. De nada)

¡Dejadme cantar las alabanzas de la Pizza Barbacoa, la de dorada mozzarela,
La de crujiente masa y sabrosa carne, la de agridulce salsa y porcino bacon!
Tú, Pizza Barbacoa, que al refuerzo de los agotados vienes, cuando el cansancio sobreviene,
Para aportar tus calorías a nuestros cuerpos cuando cocinar posible no es ya.
Tú que, en manos del alado mensajero, acudes a nuestra llamada,
Cual hombre núbil a la llamada del armado Eros y la dulce Afrodita,
Y sin más tardanza te pones a nuestro alcance para ayudarnos a reponer fuerzas
Para que podamos cumplir nuestro heroico destino sin temor al hambre de ansiosas manos.
¡Oh, déjame alabarte, deliciosa Pizza, que caliente y presta quedas a nuestro alcance,
Y con tu sacrificio nos restauras para que podamos hacer lo propio,
Enfrentarnos a ser devorados con el mismo admirable espíritu que tú
Por las fauces terribles de las Parcas!
Maravillosa Pizza Barbacoa...

Supongo que había más, pero la tablilla rindió el alma a los calores barceloninos. Aquí queda, sin embargo, este conmovedor canto para uso y disfrute de todos nosotros, eruditos o no. Si alguien encuentra una manera de versificarlo con medidas de pie etc, siempre puede pedirme ayuda para criticarle después.

¡Apa boines, no os olvidéis de respirar!