Tú puedes, mis cojones. Hacía tiempo que no sufría la vergüenza de no llegar a un final de clase. Y no por no querer, ojo: es que ya no me daba el brazo para alzar el sable. Estaban ahí todos la mar de heroicos, bien machotes, y por ahí por la última fila una desgraciada en seiza o posición de descanso porque ya no aguantaba. La risa, oiga.
Pero lo bueno no fue eso, no. Me dice Paco, el inefable maestro: tú tranquila, mañana nada... El jueves empezarán las agujetas. Pues será a él... A mí me empezó a fallar la diestra esa misma noche. Con alevosía y a traición. Una llega a casa, se quiere tomar su cerveza... Y acaba por beber con la mano izquierda porque no consigue mover la otra. Estupendo. Round uno: NO superado.
Y no se vayan todavía, que aún hay más... Llega la hora (tardía, porque soy bicho noctámbulo) de irse a dormir. Bien, al baño a lavarse los dientes como los niños buenos. ¡Joder! Parece mentira que un movimiento tan tonto como frotar el cepillo contra los incisivos pueda ser tan difícil... Probemos con la otra mano. Me siento como una rana y no consigo mover bien ese aparato de tortura refinada en que se ha convertido repentinamente el cepillito de toda la vida... Posvaserqueno.
Bien, a grandes males, grandes remedios. Levantamiento de brazo derecho... Venga, venga, venga... ¡Ahí! Ahora aguanta arriba... ups, no puedo... Venga, una ayudita de la mano izquierda en forma de apoyo... Vale, ahora aguanta donde debe aguantar... ¿Y cómo narices muevo el cepillo por mis muelas...?
Por suerte no pasaba por ahí ningún cretino con cámara, porque no quiero imaginar vuestra cara al verme moviendo la cabeza de lado a lado rítmicamente para que el maldito cepillo se frotase contra lo que se tenía que frotar, mientras lo aguantaba en alto a dos manos, como las espadas de los cruzados de toda la vida.
Épico, oiga.
Y esta noche más. Creo que debería redefinir mis preferencias sexuales: definitivamente, SOY MASOQUISTA. Porque la otra opción que me queda para explicar que aguante este maltrato es que soy gilipollas, y no tengo ganas de echarme tantas piedras sobre el propio tejado...
10 comentarios:
muahahahahahaha!!!
eso es una vida interesante si señor. debiste cabrear a algun chino.
No te deprimas, yo me quedé casi igualita cuando me fastidié el codo por no cortar correctamente con el sable... (y el hecho que sea una Martos que esté peor equilibrada que mi japonesa NO es excusa)
XDDD
De modo que estoy algo familirizada con la onírica imagen de intentar manejarte con la pata izquierda
Yatsu No Tori
quejicaaaaaaaa
La próxima vez, agua con azukitar ;P
El deporte es malo para la salud y correr es de cobardes.
Deberias hacer como los "buenos deportistas" y meterte hormonas sangre y proteinas. Con el deporte pasa como con el mundo de la moda, los modelos a seguir son productos de una cuba genetica.
jiuus jus jus
¿Exhausta espartana?
!Diez vueltas a la acrópolis!:D
Todo es pillar constancia, que el aguante y la habilidad vienen a la larga. Que luego hay una diferencia entre no poder levantar la birra a poder aplastarla como si nada.
Get heavy!
ja ja ja ja ja jaja.
eso te pasa por no ser constante. Yo tambien tengo una salud que da pena y tirando como un toro..
te advierto que lo del martes fue poca cosa.. je je ya veras en mi prueba de hakama, te va salir el higado :D
Weno, Malaquita, que salga... Pero que no se me quede tres días el brazo sin subir más del hombro xD
Me encanta la empatía que mostráis. Malaje T,T
Mmmmmm! con lo que me gustan los higadillos fritos con ajitos tiernos y perejil. ñam ñam!
Si te sale el higado lo llevamos al Pepe y no lo hace para unas tapitas;
XDDDDD
Voto por eso!
yatsu no Tori
Jo, si no fuese pq es mi hígado, lo rico que estaría... Pepe, te queremos! y a tus tapas, más xD
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