domingo, julio 23, 2006

LOS SUEÑOS, SUEÑOS SON

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

Por si os apetece leer el soliloquio entero, pulsad aquí.

Estaba yo intentando dormir. Hace calor, mi uña rota no es muy épica pero molesta cantidad, y empiezo a tener un sueño surrealista. Lo catalogaría de pesadilla si no fuera por lo estúpido que resultaba.

Normalmente mis sueños parecen obra de un guionista aburrido, tienen una lógica y tal. En este caso no fue así. Empiezo: estoy en clase de matemáticas (una asignatura que siempre se me dio bien) y la profesora echándome la bronca. Noto la sensación de sentirme observada, ya sabéis, clásica paranoia de tantas pesadillas, aunque aquí justificada por la injusta actitud de la señora que me daba la brasa. A todo esto mis compañeros cantando. No sólo eso sino que uno saca una especie de grabadora y empieza a ponerse música de acompañamiento. Otro decide hacer más escándalo aún y canta a voz en grito... Acompañándose de un órgano Yamaha de los de toda la vida puesto sobre el pupitre. Y yo sin poder ni abrir la boca, mientras la profesora pasa de todo y lee revistas... Excepto si levanto la vista de mis deberes, momento en que se me cae el pelo.

Acaba la clase. Yo hasta donde no nombro del tema. Salgo y me encuentro con que toda la universidad está cerrada, con barrotes y todo, así que continúo paseando y me encuentro con unos dibujantes de cómic. Hala, puestos a pedir, pido autógrafo. Mil dificultades más tarde, que no detallaré pero que incluían funcionarias que se largaban y gente descontenta en la cola salida de la nada, se me hacen las tantas y salgo a hacer la compra. Sigue la sensación incómoda de ser observada, pero...

Ahora la parte buena: voy a la típica tienda china y relleno una mochila de estas de dos asas que van a la espalda, la clásica de toda la vida, esas que regalaba RAM en sus buenos tiempos. Tal y como salgo de la tienda, me sale un chico que parece de restaurante chino de toda la vida, delgaducho, tirando a feo y tal, QUE ME INTENTA DAR EL TIRÓN. Ya me contarás, con una mochila de asas, cómo leñe le vas a dar un tirón a alguien. El mozo corriendo y yo tirando en la otra dirección. Visto el escaso éxito de la escena, aparece otro chino que me agarra de la otra asa y se me llevan... ¡En volandas y pataleando! Yo alucinando de la vida, me lío a patadas con ellos y... Me ponen cara de pena. Sacando morritos y con cara de perro apaleado, como si me reprocharan darles castañas, ¡si sólo me estaban intentando robar/raptar!

Lejos de los chinos y con mi mochila bien cargada a la espalda, ahora imaginaos la siguiente escena: váis por un camino de pueblo alejándoos del mundanal ruido y huyendo de la sensación ya molesta de ser observada, el senderito es de esos empinados, pura arena, piedras y matacabras. A un lado acantilado escarpado, al otro la montaña que sube, sol de justicia. Siguiendo el caminito, paso una curva y... Coño, ¿qué hace una convención de modelos masculinos sacando cachas en pelotas en medio de la montaña...?

Visto lo visto, y como no podía pasar por ahí debido a la sobrecarga de tíos buenos tal y como vinieron al mundo ocupando el sendero de cabras (ahora ya sé dónde practican para sus poses de revista), agarro una cuerda y a bajar por el acantilado. Soy así de chula yo. Dos mozos (salidos de la nada y VESTIDOS) bajan conmigo, en plan monitor, cuando uno me suelta: lo llevas bien, ahora veamos cómo lo haces sin cuerda, tú tranquila que es sólo por si te pasara estando sola, para que te acostumbres a la sensación. Y al siguiente tirón, veo como la cuerda cae, cae, me sobrepasa, da al vacío...

Yo con mi vértigo tremendo sin poder mirar para abajo y acordándome de los santísimos ancestros de mis monitores. Bajo dos metros y... tralarí, toqué fondo. Vaya. Miro para arriba y la sensación continua de estar siendo perseguida se justifica al ver arriba de todo la silueta maligna de... ¿¿Mi ex-novio??

Ahí me desperté, sintiendo que el guionista de mis sueños me había estafado y mi subconsciente me había traicionado emborrachándose sin mí.

La vida es injusta. He dicho.

5 comentarios:

Amon dijo...

Vende el guión.

Iron dijo...

despues de leer detenidamente tu sueño y analizandolo en profundidad, puedo determinar sin animo de duda que estas loca.
Pero bueno, no es algo que me pille de nuevas.

GammaDave dijo...

Freud hubiera cogido la baja con ese sueño. Y Morfeo necesita dejar las anfetas, francamente.

La próxima vez intenta tomar el control. Todo podrá ir a peor. Pero una recortada, mala baba y la venganza de los hombres-cabra contra alumnos-ladilla con organillos Casio como aliados... No tiene precio.

Anónimo dijo...

UUUUUU que sueño mas chungoooo, que miedo con los chinos roba bolsas.....
Has dicho que habian hombres desnudos haciendo poses? ***._.***
uuuuuuuuuuuu cochinaaaaaaaaaaaa

L Gato dijo...

La cochina soy yo y eres tú quien se compra la Zero pq salen chicos en la playa en bolas...

¿Hablamos, lolito querido? xD