lunes, marzo 01, 2010

Meredith Gentry

La verdad, me había hartado de leer Anita Blake. Las primeras novelas me encantan, pero una se cansa de ver tanto buenorro y malvadorro, y de categorizar a las mujeres como hermosas y malvadas, normalitas en todo sentido, y hermosas e hijasdesumadre. Yeps. Por no hablar de los finales con Deus ex machina que haría que a los inventores del término les diese por revolverse en la tumba.

Vamos a ver, que es novela negra de fantasía, y está muy bien. No acabo de entender por qué los hombres se escandalizan tanto al leerla, aunque sospecho que se trata de un simple caso de sexismo: que la protagonista sea una tía dura, pegue tiros y mate gente como un Duro-de-matar cualquiera no sobresalta, pero que tenga líos emocionales y folle, sí. Me temo que se trata de algo tan sencillo como que la catalogan como hombre con tetas... y ningún hombre con tetas se iría a la cama con tantos. Vamos, matar sí, pero hay que mantenerse casta. O algo.

Ese punto de vista a mí me hace alzar un tanto la ceja por motivos obvios: a mí que la protagonista se cepille a uno o más hombres tanto me da, de hecho aún no he visto escena de sexo que no me pareciese... "crónica de una muerte anunciada". Por llamarlo de alguna manera. Lo que sí me cansaba un poco era el ambiente de comedura de olla constante y el Marysueísmo constante, por lo que decidí hacer un punto y aparte y arrancar con la otra saga de la misma autora, que me habían dicho que era pura y dura pornografía.

Qué decepción. Tampoco ha conseguido escandalizarme.

Empecemos por el principio: nena monisísima, detective privada, princesa de las hadas. Bueno.

Buenorros por aquí, buenorros por allá, problemas de sucesión, politiqueos, vida moderna en Los Ángeles, magia antigua de las hadas, rosas vampiras, un poco de sexo...

La verdad, me está gustando más que Anita Blake. Quizás porque la protagonista es mucho menos capulla (es que Anita, seamos sinceros, me cae mal...), quizás porque es de hadas y siempre me ha gustado el tema, quizás por los politiqueos que en Anita no son ni la mitad de relevantes, o quizás... quizás...

Quizás porque es pornografía para mujeres, y hay un montón de carne masculina a la venta, descrita hasta las texturas del pelo y la piel (no, no exagero). Y porque por una vez la actitud ante el sexo ni es "sólo si hay amor", ni implica problemas ni conciencia, ni leches. A la protagonista le gusta el sexo, punto. Y si se tiene que hacer por motivos políticos, pues se hace. Pero que no es "me tumbo en la cama y pienso en Inglaterra", precisamente... Merry es una guarra de marca mayor, y no tiene problema alguno con ello.

Y yo tampoco. Arf.

¡Llega una de un buen humor a casa leyendo eso en el tren...! Jujuju.

5 comentarios:

MALAQUITA dijo...

Cuando leas Isaak "Ivanof" de los huevos echarás de menos el sexo en las novelas. Eso si luego te atreves a tragarte la novela de Dune enterita.
jajajajaja!
Qué cosas te dá por leer, será que en el mercado no hay donde elegir. florecita de lelí!
XDD!

L Gato dijo...

Boh, he leído Fundación y he leído Dune, cariño... será por lecturas. Pero a veces hace falta novela de acción y pornografía leve, no todo va a ser calentarse la cabeza ;P

MALAQUITA dijo...

Si hija si. Yo me quedé con la misma sensación de querer comerme un huevo frito y no tener aceite para freírmelo.
Es el huevo cocido más simple de tu vida.

Anónimo dijo...

Viva el porno.
Viva el porno literario.
Viva internet porque.....
"INTERNET IS FOR POOOOOOOOOOOOORN!"

He dicho.

By Varnae

Anónimo dijo...

El porno es sano.
La literatura es sana.
Laurell K.Hamilton hace buen porno literario.
Ergo:
a)Laurell K.Hamilton goza de una salud de hierro y
b)Hace más por la salud mental de sus lectores que muchos médicos.

He dicho.

By Varnae.