sábado, julio 23, 2011

"ADAM'S APPLES" o "Los designios del Señor son inexcrutables pero que te cagas".

Poster original de "Adams Aebler" o "Adam's apples", "Las manzanas de Adam"

Ayer noche vi Adam's apples. Creo que hacía tiempo que una película no me resultaba a un tiempo una experiencia tan surrealista y tan esperanzadora. Es una lástima que no se haya estrenado en España (salvo en Sitges, donde ganó no sé cuántos premios), porque es de esas obras que te dejan completamente perplejo, que te hacen reír, y que te dejan un sabor de boca excelente.

¿De qué va Adam's apples? Es difícil de definir. La película tiene elementos de viaje interior iniciático, de experiencia que te cambia la vida, de realismo mágico, de historia de patetismo inmenso, y de humor descabellado y surrealista a más no poder. Digamos que podría interpretarse (como en el propio film te dejan bien claro) como una particular visión del Libro de Job. Es un recuento de miserias sin fin, que en cualquier otra película te provocarían una sensación de patetismo y horror, pero que en ésta producción no paran de hacerte reír a mandíbula batiente, en parte por lo descarnado de su presentación y en parte por lo tarados que están todos los protagonistas. El único cuerdo, relativamente hablando, es el protagonista principal, un hombre "malo": skinhead, ha salido de la cárcel con la condicional tras un robo, está de pruebas en un pueblo dejado de la mano de Dios (relativamente hablando... Dios es un personaje más, ¡y qué personaje!), y no entiende nada de lo que pasa a su alrededor.

Cualquiera diría que con un protagonista tan negativo como un skinhead recién salido de la trena sería complicado empatizar, pero lo cierto es que es más bien al contrario: es uno de los pocos personajes de la película con el que puedes conectar, porque aunque él quiere ser malo, los eventos en los que está sumergido son tan alucinantes que compartes su estupor extremo a medida que transcurre la historia. Es más, aunque en algunos momentos tienes ganas de decirle de todo por cómo actúa, inspira hasta ternura porque cuesta verle como malvado... más bien llegas a sentir que es alguien profundamente solo y perdido. Y eso que su actuación es sumamente sutil, sin histrionismos fáciles, cosa que lo hace aún más entrañable. Decir eso de alguien que tiene colgado en su cuarto una foto de Hitler y que recurre fácilmente a la violencia tiene miga...

La historia, en la que los milagros se suceden de una forma tan discreta que me llega a recordar a Tokyo Godfathers, con un coprotagonista tarado a más no poder que yo emparentaría con el padre de Bigfish, podría definirse (como con gran acierto resumieron en el diario de Sitges) como el encuentro entre "un hombre que quería ser malo y un hombre que no sabía ver el mal". Aderezado con unos efectos especiales mínimos, una historia de lo más salvaje en la que todo lo que puede ir mal va peor de lo que podrías esperar, pero que en vez de provocar lágrimas provoca carcajadas por lo salvaje de su planteamiento, donde se tratan temas tan serios como el abuso infantil, el alcoholismo, la violación, el cáncer terminal, los niños con parálisis cerebral, la violencia social, todo ello aderezado con toques de gore salvaje...

Qué queréis que os diga, es asombroso que esa película te deje con una sonrisa y una amable sensación de optimismo, no porque las cosas vayan a arreglarse (en ningún momento se arregla nada, al contrario), sino porque... qué narices, el sol sigue saliendo.

No quiero espoilear nada, así que me limitaré a citar algunas frases estrella:

"Aquí dice que eres malvado. Eso es simplemente maleducado".
"Me queda una semana de vida, creo que me merezco poder dormir la siesta con tranquilidad".
"A esto lo llamamos un medio-Kennedy".
"¡Es mi pistola, la he traído yo!"
"Era una rodilla psicótica, me estaba mirando mal".
"Yo no le hablo al cabeza de huevo".
"Cate, Adam, os echaré de menos. Gunnar, que te follen"
.

Y es que parece mentira lo complicado que puede llegar a ser cocinar una puñetera tarta de manzana... ¡cómo las gasta Dios, oiga!

Por si os interesa, yo no la he encontrado para descargar, pero en Youtube está colgada entera (a cómodos cachitos... qué le vamos a hacer). Si alguien la encuentra en DVD, por favor que ladre. Me ha robado el corazoncito y me encantaria comprármela, aunque sea en Danés original subtitulada a cualquier idioma de los que conozco.

PD: Qué grandes son los Bee Gees. ¡Viva How deep is your love!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Recuerdo entrar al cine, allá en la Sitges de mi solteria, jugando a la ruleta rusa fílmica: Película con escasas referencias, bien recomendada por el diario del festival, pero poco más.

Eso, en Sitges, es correr mucho riesgo, ¡Creanme!

Y esta vez, el melon salió bueno al abrirlo. ¡Y que melón, oiga! Creo que si Capra se hubiese metido una generosa carga de whisky y setas holandesas, hubiera acometido una obra similar a la que nos encontramos y no esa encantadora ñoñeria llamada "Que bello es vivir".

Película para recuperar la fe en el universo, en los pasteles, en el ser humano, y en el realismo mágico. ¡Excelsior!

by Varnae.