martes, mayo 05, 2020

Receta de hoy: hinojo con boniato

Habitualmente cocino un poco de todo, siempre que tenga tiempo. Me gusta tanto los fideos chinos con pollo y espárragos trigueros, como las lentejas al curry, como una buena tarta de zanahoria. Sin embargo, tras tres días intensos en lo cárnico (en el mercado uno de mis puestos favoritos tenía la panceta cruda barata, y no me pude resistir a preparar panceta con hinojo), hoy ha sido vegetariano. No muy estricto, porque he añadido nata para hacer las cosas más melosas, pero bastante vegetariano. Como estamos todos de encierro, aunque ya a la salida, y mi hijo me ha pedido que apunte algunas recetas para que no se pierdan, ahí va eso para los que quieran probar. Es bastante sencillo y queda delicioso.

Se necesita:

-Aceite, yo uso de oliva pero al criterio de cada uno.
-Un hinojo entero.
-Un boniato de buen tamaño.
-Una cebolla hermosa.
-Nata de cocinar.
-Un vaso de vino blanco.
-Caldo vegetal (yo he usado el de hervir la col y la patata del día anterior).
-Sal y pimienta.

Primero, se pica la cebolla y se pone al fuego con aceite y sal (la cebolla, como me enseñó una amiga cocinera, se hace mejor si se le echa un poquito de sal). Lo he puesto directamente en la bandeja que luego irá al horno. Mientras la cebolla se dora ligeramente, se corta el hinojo entero a rodajas finas. Si eres de los lentos cortando, como es mi caso, te dará tiempo a que la cebolla se haga ligeramente. Si eres extra-rápido como los cocineros profesionales, tendrás que esperar un poquito. Y si eres más lento que la media, quizás debas bajar el fuego o picar todo y dejarlo preparado en platitos para irlo echando cuando cada elemento esté listo. Depende un poco de la velocidad de cada uno, que no todos somos Gordon Ramsay (desde aquí toda mi admiración por su slow roasted pork belly o panceta, os pongo el link aquí para los más carnívoros).

Una vez echado el hinojo sobre la cebolla, echas un vaso de vino para que se evapore. En ese momento la cocina olerá a gloria. Aprovechad para ir cortando el boniato en rodajas (se puede hacer pelado pero yo lo suelo lavar bien y ponerlo con piel, me da la impresión de que queda más gustoso así). Se echa por encima y se baja el fuego. Entonces se echa el caldo y se deja que hierva un poco mientras se precalienta el horno a 200º. Se echa la nata pasados unos cinco minutos de hervor, un poco de pimienta recién molida por encima, y al horno.

Recomiendo para que se haga bien darle un golpe de calor de unos 15-20 minutos y luego bajarlo para que se haga más lentamente unos 30-40 minutos. Todo dependerá del horno, porque por desgracia yo voy muy a ojo. Tras varios cambios de casa y tener que ajustar mis tiempos de cocción cada vez a nuevos fogones, inducción, y varios tipos de horno, me he convertido en ese tipo de cocinera que mira por el cristal y dice: "creo que ya está, ¿qué te parece?"

Se puede acompañar de un arrocito, por ejemplo un basmati con un toque de hierbas y mantequilla y quizás unos guisantitos. Yo he servido, en el sobrante del caldo vegetal, una quinoa con col y brócoli. El resultado es un plato muy colorido, con el dulce del boniato y la suavidad melosa del hinojo que entran deliciosamente junto con la quinoa, en este caso. También podéis usarlo para acompañar una hamburguesa o un vigoroso trozo de carne, ahí cada uno. Mi opción ha sido totalmente vegetariana y con los niños ha triundado mucho.

La próxima vez, haré fotos para que veáis el resultado (los niños y mi marido no dejaron muchos restos para enseñar). Saludos y si lo probáis, dejadme un comentario con vuestras impresiones.

¡Quedaos en casa y cuidaos!

No hay comentarios: