V de VIMBO

Supongo que a estas alturas yo debía ser una de las pocas personas en Barcelona que no había visto V for Vendetta. Me habían hablado muy bien de la adaptación al cine, así que fui con ilusión y todo. Alan Moore los puso de vuelta y media, pero ya se sabe, los artistas son (¿somos?) puntillosos. Así que nada, a ver qué resultado daba esa obra (que personalmente me encanta) llevada a la gran pantalla. La película me produjo una sensación tan fuerte que sólo puedo resumir en dos palabras:

Cielo. Santo.

A ver. ¿Qué es esto? Sí, Natalie Portman está muy mona haciendo de Evey, y como Sigourney Weaver demuestra que se puede ir rapadísima y estar más guapa que con pelo (la buena de Sig era lo único decente de Aliens3), o al menos dar más morbo. Pasen y vean:


Y mira que salía Hugo Weaving, uno de mis grandes amores, y tremendo como siempre, miren, miren:


¡Que desperdicio de máscara! No damos para plástico...

Pero... Vamos ver, señores...

Evey, la chica, víctima indiscutible que se quiere prostituir para poder sencillamente comer, y que está aterrada de todo y de todos... ¿Oficinista? Y que bien va por la vida con su camisita a rayas y tal... Y de ligoteo con el jefazo, feo pero es jefe, así que si hay que chupársela, cerremos los ojos, cojincito y todo por la patria... Con su spray anti violadores... ¡¡Pero qué es esto, si esa chica los tiene cuadrados!! ¿A santo de qué V es tan cabrón (entre comillas) con ella, si la niña es normal y no le da miedo más que lo normal...?


¡Tengo mucho miedo...! ¿Cuela...?

Y bueno... Algunas reformas en la historia... ¿A estas alturas y con el gobierno es malo y nos manipula...? Si la gracia del original es que el gobierno "somos nosotros", vamos, ponía de vuelta y media al ciudadanito de a pie, no sólo a los que mandaban... Acusaciones directas de cobardía, alusiones al famoso experimento en que se ordenaba a los sujetos que electrocutasen a personas a las que no veían, hablando de resultados reales y sacando a relucir el lado repugnante y cobarde de todos nosotros... Y aquí nada, todo es bonito, V es bueno, la gente tiene fe aún, al final todo acaba relativamente bien... Ese V declarando amor eterno... ¡Iiiiiiiiih! ¿Dónde está mi V implacable, manipulador, cabrón, que tiene todo calculado al milímetro, incluso dónde y cuando tiene que terminar su propia vida...? El tipo de persona que usa y abusa de los simbolismos y las citas literarias, que está como un cencerro y cuyos actos tienen una lógica interna imparable, pero ilegible hasta el final... Incluso para la propia Evey, que aquí se dedica a ver con él "El Conde de Montecristo" y comentar: "a él le importaba más su venganza que ella"... Una historia de ideales y purificación a sangre y fuego queda reblandecida por esa Natalie diciéndole: "¡huyamos juntos!" Pero... Pero... ¡Qué vergüenza! ¿Qué es esto? Cuanta dulzura, cuanto romance gratuito, cuanto amor... ¿Dónde están las prostitutas, la muerte inesperada del malo (no os reviento nada, espero... Es obvio que al final los malos mueren y los buenos ganan, ¿no?), y ese final... Esperanzador pero extremadamente sucio, anárquico, enfermizo?

SIGH. Yo no digo nada por si alguno no ha leído el cómic. Sólo diré que...

¡¡Las viudas y las putas al poder!!

Y a la Natalie con su romance, que le vayan dando mucho. He dicho.