EL BAUL DE LOS RECUERDOS

Primera versión de Mar Damsel

Buscando, buscando... Encontré por fin una carpeta de información sobre mi tesina que tenía perdida desde hace como cosa de dos años (que malo es mudarse). Me embargó la felicidad al encontrar cierto análisis de corte freudiano sobre la película de Drácula, la de Coppola, ésa que él llamó de Bram Stoker pero a la hora de la verdad, incluía cosas tan improvables como un Conde enamoradísimo, una historia romántica entre él y Mina y algunos detalles extraños por parte de un desquiciado, aunque encantador, Van Helsing. Y que como versión me gusta, ojo. Pero tiene sus licencias, como todas. Pregunta, ¿el nombre de la princesa enamorada de Vlad Teppes, Elizabetta, tendrá algo que ver con la antecesora histórica de los vampiros, Alzbeta -Elisabeth- de Bathory...?

Jullian Solo, noble hada al que pinté con mármol
Otra sorpresa agradable, aparte de encontrar toda la basura Fanfic que me encantó en su momento, incluyendo el "córtese-las-venas-Ud-mismo" Tea Series, que se adelantó a la salida del 5ºlibro de Harry Potter creando un universo sumamente "angsty" (léase, adolescente, depresivo y corrosivo, aunque a diferencia de la novela tenía cierto encanto) fue encontrar las viejas glorias de mis carpetas de dibujo. Doy gracias a tener a los jugadores en Madrid, porque me obligó a escanear cantidad de dibujos que vete a saber ahora en qué carpeta andan. Sí, algunos hacen rechinar los dientes (mi primera-primera versión de Mar Damsel tenía los ojos Picassianos), pero otros me han hecho soltar alguna lagrimilla de nostalgia. Bueno, no exactamente, pero todos nos entendemos.

La Condesa Amber de Highcastle, de trágica muerte
Entre las viejas glorias estaba mi Mar en épocas más humanas de su carrera rolera (en los inicios), el famoso dibujo perdido de la Condesa que muere de forma cruenta en uno de mis relatos por guapa, por mala y por casarse con un payaso; mi mente nunca ha sido un lugar creativo excesivamente cuerdo... Así que he decidido haceros pasar el mal trago de compartir esas imágenes, así luego puedo poner link al foro de personajes y colgarlos sin vergüenza alguna. Soy así de maligna y despiadada.

Aya Minami, teclista de un célebre grupo de rock y criatura abúlica en demasía

Otro rato os deleitaría (a los profanos, claro, los demás ya conocéis la historia de la mayoría) con los relatos de estas criaturitas que pueblan mis noches y mi imaginario calenturiento cual sartén en agosto. Pero sería largo, y costoso, y por alguna extraña razón en mi mente sólo cabe ahora mismo una anciana con una bolsa de naranjas que va regalando a los desprevenidos con buena voluntad y terribles resultados. Algún día escribiré un relato sobre ella. Al fin y al cabo, ya hice uno sobre el alzheimer y el fin del mundo... Y bueno, bien pensado, ¿por qué no? Sufrid, gentes...

DUERMEVELA

Hierro frío. Recuerdo tanta sangre... Creo que no podía ni hablar. Papá gritaba, aullaba. Yo lloraba en silencio. Tanta sangre. Pensé que nada en este mundo podía sangrar tanto. Claro que no era de este mundo. Cuando matas a un sueño, una parte de la realidad se desangra. Hierro. Matasueños. Rojo por todos lados. En el suelo, sus alas batiendo todavía. Parecía muy poquita cosa. Él la abrazaba, la levantaba, manchándose. La abrieron en canal, del cuello al pubis. Un trabajo sucio, sin elegancia. Tanta sangre. Los sueños gritaban con papá. Yo callaba. Tenía los ojos muy abiertos, intentando negar lo que veía. Mamá no volvería más, nunca más. Hierro, muerte definitiva. Rojo por todos lados.

Mamá.

Mamá ha muerto.

Rojo, rojo. Tanta sangre, en el suelo, en mamá, en papá. Te quiero, papá. Hierro frío, hierro que arde en las manos, en las muñecas. No puedo hablar, sencillamente no puedo.

Te quiero, papá.

Unos brazos fuertes me apartan de todo esto.

-Tranquila, cariño, estoy contigo –murmura a mi oído el guapo desconocido de cabello como la miel. Su belleza conmueve tanto que casi olvido el rojo, la sangre, el suelo, las alas, el grito de papá.

-¿Mamá...?

-Mamá ya no está, pero yo te cuidaré.

Él se parece a mamá. Su hermano pequeño. Cuidará de mí. ¿Y papá? Encerrado, muerto, quien sabe. Te quiero, papá... El desconocido me abraza. Estoy a salvo.


Ése es el relato sobre la Condesa de trágica belleza y su pobre y traumatizada hija, la baronesa (hubo un cierto degradamiento del status familiar, sí). Hala, ahí os dejo por hoy. El último dibujo es de la moza, ya crecida.

la hija de la Condesa, Kitty

¡Sed buenos y no os olvidéis de respirar!