Normalmente no soy partidaria de los chistes feministas; el feminismo me resulta cansino, como casi todos los -ismos. Una tendencia extrema de lo que sea me parece irracional, y aunque el feminismo ha tenido grandes cosas, no estoy de acuerdo con los extremismos. Léase, que me parece estupendo que hayan logrado que las mujeres puedan votar o ir a la universidad, trabajar, etc... y esa lucha eterna por la igualdad que no acaba de llegar nunca, pero que algunas abanderan a base de pisotear al sexo opuesto, y ahí me parece que es hora de gritar basta. No creo que ningún sexo sea superior al otro, y aunque gracias a Dios somos diferentes ("Vive la difference!", que dicen los franceses), una cosa es la igualdad a nivel de derechos y deberes (por la cual aún queda mucho que lograr), y otra el intentar menospreciar al sexo opuesto. No caigamos en obviedades, vamos...
Sin embargo, este chiste me ha hecho mucha gracia. Más que nada, porque es ingenioso. Y porque me lo envió mi madre, que también ayuda.
Una mañana, el marido vuelve a su cabaña después de varias horas de pesca y decide dormir una siesta. Aunque no conoce bien el lago, su mujer decide salir en la lancha. Se mete lago adentro, ancla y lee un libro.
Viene un Guarda en su lancha, se acerca a la mujer y dice:
-Buenos días, señora. ¿Qué está haciendo?
- Leyendo un libro- responde ella (pensando '¿No es obvio?').
-Está en zona restringida para pescar- le informa el.
- Disculpe, oficial, pero no estoy pescando, estoy leyendo.
-Sí, pero tiene todo el equipo, por lo que veo, podría empezar en cualquier momento, tendré que llevarla conmigo y detenerla.
-Si hace eso, lo tendré que acusar de abuso sexual- dice la mujer.
-¡¡¡Pero ni siquiera la he tocado!!! - dice el guarda.
-Es cierto, pero tiene todo el equipo. Por lo que veo, podría empezar en cualquier momento.
-Disculpe, que tenga un buen día, señora -y se fue.
MORALEJA: Nunca discutas con una mujer que lee... Sabe pensar.
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