
La desconocida se aproximó, con un paso deslizante y sinuoso. Su cabellera parecía una larga cola de zorro a sus espaldas, con las puntas níveas y sedosas. El traje negro con un estampado de hojas doradas y un amplio cinturón púrpura parecía demasiado exótico e irreal para aquel entorno pueblerino.
Ella le tendió la mano. Tenía los dedos largos, muy blancos, con los huesos marcados y las uñas afiladas. Sin saber qué decir, tomó aquella diestra. Ella sonreía con dientes de gato salvaje.
-Te estaba esperando. Has tardado mucho hoy, Oji-san (abuelo).
-¿Nos conocemos? –balbuceó inseguro.
-Cada noche lo mismo, ¿ne, Oji-san? –rió ella.
10 comentarios:
lo que más me gusta de hikaru es la expresion que le has puesto ains... bendito otoño
Estupendo contraste entre la figura realista y el fondo recortable/collage/expresionista. Si a eso le añades la combinación de colores otoñales y el rojo del pelo, hace del conjunto un bonito dibujo.
Bonito fondo a modo de tapiz pictórico oriental, Hikaru contrasta muy bien con ese entorno bidimensional, marrón, gélido y melancólico que significa el otoño. Incluso puede que sobrecogedor en sus primeros días después de la transición estival.
Como no iba a contrastar un kitsune con esa estación, no es solo simbólica sino la de mayor interactuación con los colores, los días e incluso esa sutil ambivalencia que se presenta en el ambiente y las emociones.
El rostro de Hikaru creo que lo representa, incluso esa belleza y esa piel blanquecina como una gélida y acogedora mañana otoñal con los primeros rayos de sol que se liberan del yugo de las nubes mortecinas.
Ah, los detalles... Y sí, me encanta ese dibujo.
Gracias por los comentarios. René, tienes demasiado tiempo libre xD
Me refería a que tienes demasiado tiempo para crearte extrañas historias, pero si nos vamos a ofender, se queda otro año. Caballero.
leyendo ciertos comentarios, quiza alguno deberia intentar quedar para tomar un biberon, en vez de un cafe
Publicar un comentario